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El callejón del gato

La alargada sombra del Duque de Alba

Calla, niño, que viene el Duque de Alba y te lleva! Con esta frase los Países Bajos de los Habsburgo parafraseaban a la consabida española de "¡que viene el coco!" El trato que Bruselas está dando a la justicia española, y por ende al Estado, sólo tiene justificación en una revancha ancestral hacia España por los años de dominio que el imperio español tuvo con esa gente a mitad de camino entre los flamencos y los valones.

Me gustaría ver si esa prepotencia que los jueces belgas esgrimen contra la entrega del prófugo Puigdemont se hubiera producido si un corso se hubiera sublevado contra el estado francés. ¡Ja! La Grandeur de los galos hubiesen arramblado con ese pequeño estado que tienen en la parte de arriba.

Para colmo de males se permiten la licencia de preguntar si los recintos penitenciarios españoles cubren las necesidades mínimas requeridas en un estado democrático.

Deben habérseles pegado las mentiras así como toda la caterva de camamas que en los últimos tiempos los líderes independentistas llevan diciendo sin sonrojarse lo más mínimo en los diferentes medios de comunicación.

El ínclito Puigdemont no da síntoma de que piense aparecer por España hasta el día de la jornada de reflexión de la campaña electoral. Su estudiada puesta en escena pasaría por ser apresado por las fuerzas del orden y pasar de villano a víctima encarcelada, eso sí, con los suficientes votos que le permitan en un futuro lejano una estatua con fuente donde llevarle una corona de flores al más puro estilo de Companys.

Históricamente Flandes se ha caracterizado por su ingobernabilidad. Ya Carlos V, a la vista de la corrupción y la dispersión del poder de esa parte del Imperio, acometió el primer intento de organización, iniciativa que culminó en un total fracaso. Pues bien, parece que siguen instalados en la rebeldía de no reconocer la rebelión. Al igual que el amigo del duque de Alba, Garcilaso de la Vega, no pudo arreglar la mala comunicación de aquel gobierno, parece que siglos después tampoco se ha encontrado quien lo haga para el gobierno de Rajoy.

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