Los jardines abandonados suelen ser un eficaz recurso literario para glosar el paso del tiempo y lo efímero de nuestras vidas. No hay duda de que en Canarias encontramos abundantes ejemplos de ello: desde el jardín abandonado de los Marqueses de Peñaranda en Puerto de la Cruz hasta el desaparecido jardín de Manuel Becerra, obras ambas del arquitecto jardinero menorquín Rubió i Tudurí, a la fugaz plaza de Belén María o el reseco parque de El Lasso, en Las Palmas de Gran Canaria, del fallecido Juan Julio Gutiérrez, y este jardín olvidado en La Feria del Atlántico del que ahora pasaremos a relatar su historia.

Ubicado dentro del ámbito del Recinto Ferial de Canarias contó con varios espacios de descanso, una antigua acequia de riego reconvertida en canal de agua ajardinado al que lo cruzaban varias escalinatas de acceso y con una variada representación vegetal tanto arbustiva como arbórea que sufre, desde los años 70, el olvido y el abandono de la administración -cabildicia y municipal- convirtiéndose en el patio trasero de la Feria sirviendo de escombrera y vertedero del Recinto.

Localizado entre las actuales Avenida de La Feria y la calle Alféreces Provisionales, este jardín formó parte del conjunto de espacios abiertos de la primera Feria Española del Atlántico celebrada en Las Palmas entre el 15 y 30 de marzo de 1966. El proyecto del recinto ferial fue redactado por el arquitecto Fernando Cavestany Pardo-Valcarcel y su ejecución la realiza el equipo del arquitecto Manuel de La Peña Suárez con Ulises Medina Hernández, entre otros, como aparejador.

Los jardines de la Feria fueron obra de Carlos Suárez Cárdenes (1923-1999), perito agrícola en el Servicio Agrícola-Forestal del Cabildo Insular, paisajista, alumno de Rubió i Tudurí - con quien colabora en algunos de sus proyectos como el Campo de Golf de Bandama o el ajardinamiento del acceso al pretérito Parque Insular de El Lasso-, y que, entre los años 1960 y 1973, ejecutó la mayor parte de la jardinería de los proyectos de urbanización desde San Agustín hasta el oasis como jefe de jardinería del grupo Maspalomas Costa Canaria. Posteriormente, regresa a su plaza cabildicia encargándose del departamento de Jardinería de la Granja Agrícola Experimental donde coincide con otros peritos jardineros y forestales como Jaime O´Shanahan y Juan Julio Gutiérrez de la Fe.

El estado lamentable a los ojos ciudadanos que presenta hoy en día este antiguo jardín no desdice sin embargo de su potencial de regeneración como espacio verde urbano, manteniendo parte de su infraestructura arbórea (ficus, palmeras, euphorbias, etc) y arbustiva (adelfas, brillantes, tuneras, aloes) así como de restos de sus antiguas escalinatas de paseo y conjuntos de piedras y cactáceas que han conseguido sobrevivir estoicamente y quedan como otra muestra más de la historia jardinera de esta ciudad.

De propiedad municipal, en el Plan General de 1989 era considerado como espacio libre- integrado dentro del Recinto Ferial de Canarias- hasta que el reciente planeamiento urbanístico, primero el Plan Especial, tramitado en 2003 -que lo propone desde aparcamiento a parcela de uso religioso- y finalmente el PGO de 2012, lo reconvierte en parcela edificable -ver ficha del SG-11-, planteándolo como solar para viviendas de protección oficial.

El actual proyecto de reubicación de las viviendas sociales previstas en el SG-31 del Parque de Las Rehoyas considera a este antiguo jardín como una de sus posibles alternativas para establecer una gran parte de las mismas.

La memoria ambiental del citado proyecto ni hace referencia a su pasado como jardín ni evalúa el impacto posible sobre el arbolado y arbustos supervivientes y que exigiría el trasplante de más de 30 añejos ejemplares los cuales cumplen en estos días más de 50 años.

No es fácil conseguir árboles con ese porte en este ecosistema árido palmense pero por lo que se ve muchos espacios arbolados de esta ciudad -gobierne quien nos gobierne - acaban siempre prisioneros del cemento y del hormigón.

La estimación de zona verde por habitante en Las Palmas de Gran Canaria varía según el criterio de quien lo analice y va desde los 8.54 metros cuadrados por habitante, que considera la web del Ayuntamiento - y que incluye dentro de la categoría de zona verde, áreas ajardinadas con césped, espacios periurbanos, verde viario y áreas caninas- hasta los 1,6 metros cuadrados/habitante que plantean otros estudios con criterios más rígidos - basados en reseñar como zona verde solo aquellos espacios que acojan en su seno a más de un 50 % de arbolado en óptimas condiciones para el disfrute público-, muy por debajo de la recomendada como mínimo aconsejable por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que la sitúa entre 10-15 metros cuadrados de área verde por habitante.

Zonas verdes

En el último Análisis de la conservación de la infraestructura verde urbana en España 2015, documento preparado por la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos (AEPJP) presentado en junio de 2017 -donde entre otros parámetros se evaluaba la cantidad de zona verde por habitante- se analizan tres municipios de Canarias (La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Telde) no existiendo datos de nuestro municipio a pesar de ser éste, socio corporativo de la AEPJP.

Queremos reseñar que la directiva de la AEPJP tuvo, entre otros vocales grancanarios, al perito agrícola Juan Julio Gutiérrez de la Fe -creador de la Plaza Belén María cuyo proyecto fue motivo de un premio de Jardinería en Zaragoza en 1983- y del Parque Insular de El Lasso, traspasado por el Cabildo Insular al Ayuntamiento y lamentablemente abandonado, y del que ahora planteamos su reactivación.

A raíz de su temprano y repentino fallecimiento -en febrero 1986 con 46 años- en el XXIV Congreso de la AEPJP celebrado en Las Palmas de Gran Canaria en ese año, se instauró el Premio Juan Julio a la mejor publicación de carácter técnico o divulgativo sobre jardinería de ámbito nacional y que este año 2018 ha recaído en un excelente trabajo sobre el histórico Camino Largo de La Laguna, elaborado por el ingeniero agrónomo Francisco Salomone Suárez y el botánico Antonio García Gallo.

Desde el grupo de trabajo de Jardines y Paisaje de la RSEAP, no podemos menos que añorar la labor de tantos buenos jardineros que han trabajado para esta ciudad y demandamos a nuestras autoridades por la permanencia, regeneración y recuperación de su huella en aquellos espacios verdes con valor histórico como el que ahora valoramos. Lamentablemente, por lo que estamos viviendo en los últimos tiempos, en este asunto de la jardinería local, como diría Winston Churchill, "el éxito es la capacidad de seguir adelante, de fracaso en fracaso, sin perder el entusiasmo."