La primera obligación de un grupo de gobierno es no crear problemas donde no los hay e intentar solventar los que realmente existen. Lo de prohibir hacer footing en el paseo de Las Canteras es una ocurrencia tan absurda que parece una broma de mal gusto. Una chorrada más de un Tripartito (PSOE-Podemos-NC) que, terminando el mandato, casi tres años y medio después de llegar, aún no se ha enterado de cuáles son las verdaderas prioridades y problemas de la ciudad.

Limitar que podamos correr por la playa es un mensaje que va radicalmente en contra de lo que debemos aspirar: ser una ciudad activa, saludable, deportiva. ¿Poner limitaciones a que nuestra población sea cada vez más sana, que adquiera hábitos más saludables? ¿Restringir la enorme variedad de actividades y variadas formas de disfrutar de Las Canteras? Un sinsentido para una ciudad que presume del mejor clima del mundo y de la mejor playa urbana de Europa.

¿Más prohibiciones? ¿Acaso prohibir es la solución? ¿Prohibir hasta llegar al absurdo de coartar hacer footing en nuestra ciudad? Las personas tienen mucho más sentido común del que algunos políticos y algunos partidos políticos les presuponen, tratando de regularlo todo. Respetemos la libertad individual, creamos de verdad en las personas y en la capacidad de nuestros vecinos para convivir. La errónea creencia de que más normas, ordenanzas, reglamentos y prohibiciones es la solución para todo ha fracasado, aunque las opciones políticas de siempre no terminen de entenderlo. La incapacidad para gestionar el día a día no se camufla con más prohibiciones y ocurrencias de verano con debates de poco recorrido.

Las necesidades de Las Canteras son mejorar su gestión y su mantenimiento, que buena falta le hace, y no introducir más prohibiciones y generar conflictos donde no los hay. Lamentablemente, la playa de Las Canteras está descuidada y desatendida, con un Confital que lleva más de un año cerrado al baño por contaminación, que siguen sin encontrar el origen de los vertidos, que perdió la bandera azul tras el primer año de gobierno del Tripartito y que ha sufrido una gestión vergonzosa por parte del Ayuntamiento.

Con más dinero que nunca, el mantenimiento y cuidado de Las Canteras ha retrocedido de forma preocupante. La acumulación de arena en la dársena y el seguimiento permanente de sus necesidades medioambientales son tareas completamente abandonadas. La proliferación de eventos en el ecosistema de la playa que lo someten a una presión innecesaria, recuperando la vieja y dañina opción de instalar escenarios sobre la arena, hay que controlarlo. El mantenimiento del paseo languidece, con muestras evidentes como la ausencia del Juguete del Viento de César Manrique desde hace dos años; el hundimiento del paseo en La Cícer desde hace más de un año; desperfectos en el paseo a la altura del balneario de Tomás Miller desde hace también más de un año; el muro del paseo hacia la arena sin mantenimiento alguno; postes de seguridad como el de Saulo Torón que lleva tres años instalado y sin conectar; una limpieza de la playa y sus calles aledañas que sonroja; un estado de muchos de los edificios del paseo y de las calles aledañas deplorable? ¿Acaso no tiene nuestra playa necesidades reales de las que ocuparse? Es evidente que sí, pero para quienes gobiernan es mejor generar un nuevo debate estéril que remangarse y ocuparse de ellas.