El próximo 10 de noviembre las canarias y canarios estamos llamados nuevamente a las urnas. Ya lo hicimos hace seis meses en unas elecciones autonómicas, locales y europeas, y hace siete a Cortes Generales. Esta convocatoria es la consecuencia, lamentable, del imposible acuerdo entre las fuerzas políticas centralistas de todo el espectro político español. Las razones abarcan desde el puro electoralismo a la simple irresponsabilidad, todo ello trufado con una impúdica exhibición de personalismos de todos los colores. Nunca entramos en ese juego y hemos sido consecuentes en el apoyo a las medidas que beneficiaban a la mayoría social, desde las pensiones al rechazo a la reforma laboral, pasando por la posición crítica ante la Lomce y la defensa de los servicios públicos.

Pero todo esto puede tener una lectura positiva. Nos gustaría que tras estas elecciones se alcanzara la gobernabilidad, rompiendo con las dinámicas de bloqueo recientes. Contribuiremos a ella desde la representación que nos otorgue la ciudadanía. Asimismo, considero que en Canarias podemos tener una segunda oportunidad para movilizarnos a favor de las cuestiones que realmente afectan a nuestro pueblo. En menos de siete meses el contexto mundial ha cambiado radicalmente. Las tendencias económicas proteccionistas de EE UU y su guerra comercial con China; la desaceleración de la economía alemana; el brexit y sus aún imprevisibles consecuencias; y la retirada de los turoperadores con el impacto en la llegada de turistas a las islas presagian un escenario adverso para la frágil economía canaria.

Para los partidos centralistas los temas centrales de esta campaña no van a pivotar sobre los problemas auténticos del conjunto de la población y, menos aún, de los canarios. Sin duda, sacar al dictador de un mausoleo o la sentencia del procés y las reacciones, pacíficas y violentas frente a la misma, son asuntos noticiables y debatibles. Pero no pueden opacar cuestiones muy relevantes y que afectan cotidianamente a la gente: las dificultades para una vida digna de amplias capas de la población, y de forma agravada la canaria, el bienestar de las familias, de los trabajadores, de nuestros pensionistas, de nuestros jóvenes, la igualdad de las mujeres y la protección del medio ambiente y el combate contra la Crisis Climática.

Determinantes. Los nacionalistas canarios, NC-CC-PNC, nos hemos puesto de acuerdo para concurrir juntos a las próximas elecciones generales. Una decisión necesaria para defender en las mejores condiciones los intereses de Canarias en un lugar donde en demasiadas ocasiones somos incomprendidos, olvidados e invisibilizados bajo estereotipos que se alejan de la realidad. Donde se nos acusa de viajar mucho, de "llorones" y "subvencionados". En Madrid, para que nos tomen en serio, se debe ser influyente, determinante. Que sientan que con el voto de las fuerzas canarias se construyen mayorías, se negocia y se acuerda. Y se defiende, nítidamente, a Canarias.

Lo conseguimos en los Presupuestos Generales para 2017 y para 2018 con la incorporación de medidas revolucionarias como el 75% de descuento en billetes aéreos, o la subvención del 100% al transporte de mercancías; también en la aprobación de un nuevo Estatuto de Autonomía de Canarias que incorpora elementos tan importantes como el derecho a una renta mínima; o en la reforma del Régimen Económico y Fiscal, que es nuestro fuero, entre otras muchas actuaciones de especial importancia para Canarias.

Queremos consolidar lo logrado. Y, sobre todo, mirar al futuro, superar nuestros déficits, continuar avanzando. Por ello, hemos elaborado un programa de progreso que sigue centrado en hacer fuerte a Canarias desde la defensa de nuestros derechos. En una era globalizadora se precisan proyectos políticos autocentrados. Desde lo local a lo global. Desde la protección de nuestro territorio a la integración en el sistema mundo. Los nacionalistas canarios tenemos claro que nuestros derechos y la conservación de nuestra identidad, cultura y tradiciones no pueden estar en manos de otros. El nacionalismo tiene como objetivo el bienestar del pueblo al cual representa, y nosotros sólo nos debemos al nuestro.

Experiencia.Todo indica que seremos determinantes la próxima legislatura. Si obtenemos la confianza de nuestro pueblo, el voto nacionalista bien valdrá un gobierno, y estarán obligados a atender nuestras demandas. Un gobierno del Estado apoyado en exclusiva por fuerzas centralistas es un gobierno negativo para nuestros intereses, como acredita la historia. La Agenda Canaria se ha podido llevar a cabo gracias a la aritmética parlamentaria, pero también a la experiencia de los nacionalistas canarios que nos movemos con determinación ante cualquier ministro o presidente.

Desde mi posición como cabeza electoral de la alianza NC-CC-PNC por la circunscripción de Las Palmas, sólo me queda alentar a que se acerquen a las urnas el próximo domingo 10 de noviembre. Háganlo pensando en cómo les gustaría que sus representantes políticos actuaran en Madrid; qué les exigirían y qué les demandarían. Con esas preguntas enseguida se darán cuenta de cuál es la mejor opción para Canarias. Juntos, hagamos más fuerte a Canarias.

Pedro Quevedo. Candidato al Congreso de los Diputados

de NC-CC-PNC por Las Palmas