No recordamos una explosión de rechazo tan generalizada en la profesión médica. Los comunicados de exigencia de soluciones son prácticamente diarios y desde todos los frentes. Médicos de urgencias hospitalarias, de extrahospitalaria, los interinos, los MIR, los de Atención Primaria? Es un clamor.

Y a nadie ha cogido por sorpresa. Hace ya años que se veía venir esta explosión y, por más que se venía avisando, quienes debían no quisieron o no supieron evitarlo, con lo que, además de las bajas y efectos colaterales ya inevitables, nos han avocado a esta desesperada situación. Como siempre, sin que nadie asuma responsabilidades.

Hace años ya que veíamos cómo se iban formando grupos muy heterogéneos de médicos, que podían ser asociaciones, pseudosindicatos o sociedades, todos ellos creados alrededor de un objetivo concreto y todos ellos absolutamente legítimos y admirables. Pero eran, y son, grupos que luchan cada uno para lo suyo, lo cual facilita mucho la labor a la administración, que con sus zigzagueos consigue primero reducir la presión, para posteriormente llegar a algún acuerdo (mediante alguna concesión, el cese de algún cargo intermedio, etc.). Pero da igual, volverán a machacarlos.

El deterioro era ya tan grande que se necesitaba un giro importante y nosotros entendíamos que desde la administración no llegaría, por lo que tocaba remangarse y empezar a hacerlo. Entonces dimos un paso al frente y nació Médicos por el Cambio, médicos de múltiples especialidades y sensibilidades que, haciéndonos presente en todos aquellos ámbitos que impliquen a la profesión médica, buscaba dignificar la profesión y luchar por un sistema sanitario más justo. Era evidente que debíamos hacernos fuertes para poder ser verdaderamente respetados, lo cual pasaba, sin lugar a dudas, por la unión de los profesionales.

Circunstancias ya conocidas nos enredaron en farragosos procesos que nos impidieron avanzar como queríamos y no renunciamos a terminar de esclarecerlo todo, pero la situación actual nos exige posicionarnos.

Lo primero es mostrar nuestro apoyo a las diferentes plataformas reivindicativas y sus demandas y esperamos que sean tenidas en consideración. Son movimientos muy necesarios, antes y ahora.

Pero al mismo tiempo queremos hacer un llamamiento a todos los compañeros para intentar una cohesión profesional y una línea de acción común y organizada. Un movimiento reivindicativo amplio y con perspectiva, que sirva de respaldo a los diferentes colectivos.

Porque la situación ahora tiene una diferencia sustancial y muy significativa. Ahora todos los frentes están en pié de guerra. Es el factor diferencial. La realidad una vez que esto ha explosionado es que ahora las soluciones son mucho más complejas.

Pero si no aprovechamos esta situación, si cada grupo maniobra por su cuenta, nos encontraremos, probablemente, con pan para hoy y hambre para mañana. Sufriríamos en nuestras carnes las consecuencias y se consideraría, una vez más, el peaje necesario. Una inmoralidad que empieza a ser frecuente. No hay otra posibilidad de mirar nuestra situación con futuro que unir nuestras fuerzas.

Y, por supuesto, nuestro más sincero agradecimiento a todos los profesionales que están en el frente para combatir la situación que nos azota, porque su labor es inestimable y, posiblemente, estén sufriendo, igual que nosotros, las consecuencias de una gestión horrorosa y sin sentido de la responsabilidad. Celadores, personal de limpieza, enfermeros, rastreadores, vigilantes, servicio de prevención, bomberos, agentes sociales, auxiliares, transportistas, policías, ? y todos los que arriman el hombro con honestidad y entrega, sin los cuales nos sería imposible hacer nada. Para ellos nuestra solidaridad y nuestro apoyo.

Todo este sufrimiento se podía haber evitado y día tras día vemos como la situación se sigue deteriorando. Nosotros somos la carne de cañón. Es el momento de actuar, pero hemos de hacerlo juntos.

Es en las situaciones complicadas donde siempre los ciudadanos han demostrado su valía. Ahora no va a ser menos. Pero no podemos esperar que los que nos han llevado hasta aquí, nos saquen adelante. Su incompetencia es manifiesta y el cambio de cromos no sirve para nada.

Hagamos un frente común. Lo necesitamos nosotros, pero también nuestra gente. Porque el futuro depende de nosotros.

El primer paso podría ser el que ya está en marcha: apoyar sin fisuras a los MIR que tienen una huelga en puertas. Y a partir de ahí seguir caminando

Luis Miguel Pérez Morales. en representación de Médicos por el Cambio