La Provincia - Diario de Las Palmas

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Esteban Santana

La nueva normalidad educativa

La vuelta a clase después de seis meses, tras el confinamiento por la pandemia, había que prepararla bien y por ello en mi centro educativo, el CEIP en Arucas, nos planteamos que lo mejor que podíamos realizar era trabajar las emociones de nuestro alumnado, tanto las positivas como las negativas, sacarlas a flote, compartirlas y mostrar estrategias para poder afrontarlas.

Uno de los primeros objetivos que nos marcamos fue quitar los miedos de la vuelta al aula, un regreso marcado por las mascarillas, el distanciamiento y el hidrogel y priorizar el dar a conocer las normas de convivencia, aprender a obrar de acuerdo con ellas, prepararse para convivir dentro de esta nueva normalidad y respetar las normas establecidas para evitar contagios. Esto ha supuesto un gran esfuerzo para todo el profesorado y mucho tiempo invertido sobre todo para los equipos directivos, ya que observamos que algunos alumnos venían muy “tocados” por el miedo al contagio, e incluso, otros con secuelas leves propias de un estado de confinamiento prolongado.

El trabajo conjunto entre los docentes y las familias y un plan de contingencia, no solo preventivo, sino ante alguna situación inesperada, como podía ser el que un alumno enferme, fueron las armas claves para poder arrancar. Dentro del estado de inquietud de las familias, del alumnado y del propio profesorado había un deseo de comenzar de una vez para siempre, porque la presencialidad era y sigue siendo una prioridad. Han sido muchos los equipos directivos, docentes y familias que se han visto implicados en una carrera contrarreloj para que todo estuviera perfecto, o al menos mínimamente organizado para que la nueva normalidad fuera un hecho. Pero a la vez continuamos “preparándonos” para un nuevo confinamiento, formándonos en plataformas virtuales que sirvan de apoyo en caso de no poder volver a clase de un día para otro.

Otro de los aspectos que nos planteamos a comienzo de curso en nuestro centro fue conocer y desarrollar hábitos de trabajo individual y de equipo, de esfuerzo y de responsabilidad para el respeto de las normas de la nueva convivencia, así como actitudes de confianza en sí mismo, sentido crítico, iniciativa personal, curiosidad, interés y creatividad en el aprendizaje, y espíritu emprendedor.

Hemos tenido que reinventarnos en los centros, en el amplio sentido de la palabra. Tener que impartir docencia en este nuevo escenario no es fácil visto desde fuera, pero he visto en los docentes una gran capacidad de adaptarse al medio y con un gran interés en buscar nuevas herramientas que no echen por la borda el trabajo de los últimos años en los que el trabajo por proyectos, la colaboración, el trabajo cooperativo, el pensamiento crítico, el uso de la radio y la tv en el aula, etc estaban implementándose de manera lenta pero segura en nuestras aulas. La creatividad ha sido una de las cualidades que más ha aflorado en estas últimas semanas.

Este arranque de curso ha servido para adquirir habilidades para la prevención y para la resolución de los problemas derivados de esta nueva realidad, para que nuestros pequeños puedan desenvolverse con autonomía en este nuevo ámbito escolar. Habituarse a las entradas y salidas escalonadas, a los protocolos de higiene y distanciamiento social, a cosas tan habituales como ir al baño o desayunar. Y les aseguro que nuestro alumnado ha superado este objetivo con nota, porque son ellos mismos los que en muchas ocasiones nos recuerdan los protocolos o dan los avisos ante el incumplimiento por parte de algún compañero.

En definitiva, los docentes continuamos trabajando a pie de aula, con miedo al contagio porque puede llegar en cualquier momento, pero teniendo en cuenta las emociones de nuestro alumnado. Ahora más que nunca es importante trabajar otras competencias como la comunicativa que les permita expresar y comprender la nueva normalidad y desenvolverse en situaciones cotidianas. Por ello, se me antoja necesario que los medios de comunicación estén presentes en el aula no solo para mejorar la oralidad, la lectura y la escritura sino porque nos permite la posibilidad de trabajar el pensamiento crítico de nuestro alumnado a la vez que nos ofrece recursos para utilizar diferentes propuestas visuales y audiovisuales.

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