A pie de muelle

Con el puerto no se juega

Con el puerto no se juega

Con el puerto no se juega

José Mayor

Los empresarios portuarios seguimos conteniendo nuestro malestar ante la impasibilidad de los representantes políticos canarios en Europa a la prohibición de escalas de buques de pesca pelágica rusos en nuestros puertos.

No hay manera de hacerles reflexionar y llamar su atención sobre tan grave daño al ‘pulmón de la economía canaria’, como nos llaman cuando se acercan por aquí en periodos electorales.

También se ha oído que es culpa del Kremlin, como se ha atrevido a decir alguno. ¡Vamos, como que Putin se ha dirigido a los armadores y les ha dicho que por aquí no vengan!

A los operadores logísticos canarios, que nos estamos dejando atrás una facturación de unos 100 millones de euros anuales y con ello el aire que circula por nuestro pulmón, nos resulta difícil entender cómo es posible que la UE y el Grupo del G7, con la colaboración de los Estados Unidos, hayan dejado fuera del paquete de sanciones a Rusia las exportaciones marítimas de crudo soviético a través de armadores europeos, incluidos algunos españoles, y por el contrario la prohibición de las escalas de los buques de pesca pelágica de pabellón soviético en Canarias no se pueda interrumpir de inmediato. Aquí hay algo que no me cuadra.

En esta exportación de crudo están involucrados varios países europeos y petroleros norteamericanos han visitado Rusia. ¿Por qué tiene que ser nuestro puerto una víctima de esta mala gestión y culpable de todos los males?

Estamos muy de acuerdo con esa negociación de la UE, G7 y EEUU para facilitar la exportación de crudo, como también se materializó la de cereales previamente; todo lo que sea agilizar economías y disminuir la tensión cubriendo necesidades, bienvenida sea y para ello está la diplomacia. Esta es la herramienta apropiada para encauzar la solución al conflicto, y nunca las sanciones económicas. Reflexione, señor Borrell: los representantes canarios en Europa no se atreven a decírselo, para no incomodarle, pero esta postura suya le está haciendo un daño irreparable e injustificable al Puerto de La Luz y de Las Palmas a cambio de nada.

Al parecer, la participación europea y española en la exportación del crudo ruso no daña la economía de Rusia, pero las escalas de buques pesqueros en nuestro puerto, las cuales facilitan y proporcionan pescado pelágico a países del tercer mundo africano y otros continentes, sí dañan a Putin.

No hace falta hacer muchos números para llegar a la conclusión de la mareante diferencia de las cifras que estamos comentando entre una y otra medida. La que nos afecta es irrisoria en estos parámetros. Entonces, ¿de qué estamos hablando?

¿Por qué no admitir esta problemática que afecta a Canarias en las mismas circunstancias también y permitir con seguridad para los armadores la entrada en nuestro puerto? ¿Y aquí la culpa la tiene la Plaza Roja y no la alta diplomacia europea y canaria? No me lo creo.

Resulta fácil entender que un tráfico portuario de este tipo, con más de 60 años de tradición, que tanto costó conseguir y tanto costó mantener, no se puede perder por tomar un camino sin retorno.

¿Para qué ha servido esta medida? ¿No estamos a tiempo de rectificar? ¿No se rectificó con los cereales? ¿No se ha rectificado con el crudo?

En cualquier orden de la vida, cuando se toma una medida económica no es para perder y un tráfico como este, cuando se pierde, no se recupera. Sean valientes y defiendan a Canarias en Europa de los perjuicios a los que les sobran argumentos.

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