Retiro lo escrito

Las chapuzas de Grande-Marlaska

Marlaska inaugura la reforma de la Comisaría de Policía del Distrito Centro de Madrid

Marlaska inaugura la reforma de la Comisaría de Policía del Distrito Centro de Madrid / J.P.GANDUL

Alfonso González Jerez

Alfonso González Jerez

Todo es un puñetero despropósito. Recapitulando. El Ministerio del Interior –en realidad el Gobierno de España – jugó insistentemente a que Canarias fuera una modesta prisión flotante, una plataforma logística desde donde redistribuir los migrantes que llegaban de África por África. Así se evitaban negros por La Mancha, Extremadura o Galicia. Todo es un misterio y no se sabe exactamente lo que se hacía y se hace, pero conozco casos de senegaleses que terminaron en Marruecos y ahí te quedas: búscate la vida, sé creativo con tu muerte. Desde las ínsulas baratarias tanto el anterior gobierno autónomo –discretamente -- como el actual –abiertamente -- advirtieron que la situación se recrudecería en verano y podía ser explosiva en otoño: un bledo le importó a Madrid. A Grande Marlaska cualquier solicitud desde Canarias se le antojaba una impertinencia. Finalmente la situación se ha desbordado, como todo el mundo con un mínimo de información realista, sentido de la responsabilidad y respeto institucional debiera haber previsto. Interior está embarcando migrantes en aviones y los lleva a la Península y los mete en lugares más o menos improvisados; lo que no hace, por supuesto, es informar previamente a las autoridades autonómicas y locales. Digamos que a una autoridad autonómica o local le asiste cierta razón cuando se irrita por el secretismo ministerial en su territorio. Algunos cargos públicos del PP han dicho sandeces brutales, pero también ha caído la ira sobre un infeliz al que se le ocurrió decir que estaban dejando a los migrantes como fardos. Un hada buena con mullida poltrona en el PSOE se escandalizó. «¡Ha llamado fardos a los migrantes!». No. Estaba denunciando al gobierno progresista por tratarlos como fardos. En todo caso, y aunque varias reacciones en el PP puedan ser (y sean) lamentables, no ocultan la torpe y negligente chapuza de Grande Marlaska y sus colaboradores. Primero han tenido que esperar que en las tres primeras semanas de octubre lleguen 13.000 personas. Han acabado en El Hierro y en menor manera a Tenerife porque vienen por el sur de la ruta (Mauritania y Senegal) y eluden así a las patrulleras marroquíes. En concreto la vida de los senegaleses, su propia seguridad vital, ha empeorado sustancialmente en los últimos años, y aunque la situación económica no es pésima, el autoritarismo del gobierno y la represión salvaje llevan a los jóvenes a emigrar. Cualquier movimiento crítico es reprimido pronta y ferozmente y líderes de la oposición como Alou Sané, Bentaleb Sow o Moustapla Diop son encarcelados e incomunicados. El resto del Sahel se encuentra en una situación todavía peor. El Gobierno español ha comenzado a derivar migrantes a la Península por dos razones, ninguna de las mismas filantrópicas: porque la Fiscalía estaba a punto de actuar -- y finalmente lo ha hecho con sus propias propuestas -- y porque el Gobierno canario ha sumado a sus razones la de importantes empresarios hoteleros: un destino turístico de calidad no es compatible con campos que estabulen a miles y miles de inmigrantes africanos a cielo abierto.

Curiosamente hace un par de días la Unión Europea firmó con Senegal un acuerdo de desarrollo económico y social (economía digital, movilidad urbana, formación profesional, seguridad alimentaria, medio ambiente limpio) en el que participa el Banco Europeo de Inversiones y varios países de la UE, entre ellos España. En todo el Sahel los dirigentes europeos piensan invertir 300.000 millones de euros hasta 2027 pero toda este enorme montaña de dinero –como otras empleadas en el pasado no tan lejano – se disolverá en la corrupción de las dictaduras criminales, en las complicidades del neocolonialismo, en las luchas tribales y el golpismo recurrente, en las ineficacias administrativas. ¿Un compromiso abierto y valiente para un presidente, Pedro Sánchez, que agota litros de saliva hablando de heroísmo gubernamental? Refuercen y aumenten los recursos de salvamento marítimo. Organicen un mando único. Colaboren financieramente en la red de centros de la comunidad canaria. Propongan cuotas para la acogida de migrantes (incluidos menores) en todas las comunidades autonómicas y avancen un cupo anual de España para migrantes del Sahel. Hagan política. Tomen decisiones. Pongan dinero. Consensuen acciones. Presionen en la UE. Háganlo ya.

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