¿Qué pasa aquí para perder el optimismo?

Integrados en la Unión Europea, con una fiscalidad diferenciada (los años nos está indicando que no fue la más acertada) estamos en la cola de la mayoría de los parámetros económicos y sociales y sin visos de mejora. Los canarios por naturaleza somos gentes optimistas, pero hoy es para estar preocupados.

Analizando los últimos veinte años el porcentaje de optimismo se ha ido perdiendo, con altas tasas de pobreza, marginación, endeudamiento de las familias, altos precios al consumo,... Hemos perdido el liderazgo dentro de las RUP. Resulta vital, por lo tanto, reactivar las alarmas porque las decisiones que se han tomado no han sido las más acertadas, retrocedemos año tras año.

En la renta per cápita entre 1995 y 2021 de España y Canarias el diferencial es cada vez mayor en detrimento de las Islas, lo que significa que cada año somos más pobres. Hoy nuestro Producto Interior Bruto (PIB) es un 25% inferior al de la media de la Unión Europea. La conclusión que se deduce de estos datos es el agotamiento de nuestra fiscalidad en los últimos veinte años.

El denominador común de nuestra economía ha sido de una improvisación permanente que nos obliga a buscar soluciones y gestores con visión de futuro y no pensar solo en los cuatro años de mandato. Por toda esta evidencia, Canarias debe priorizar un proyecto a largo plazo, doce, quince años, con el máximo consenso, rigor y profesionalidad.

Vemos con perplejidad que las RUP Atlánticas exportan más que Canarias, generan riqueza interna, Renta per Cápita y mejoran su PIB (a pesar de que su IVA es muy superior a nuestro IGIC).

¿Nadie se pregunta cuál es el motivo por el que Canarias exporta tan poco? Esto debería ser una oportunidad para premiar e incentivar a aquellas empresas que exporten, que pongan nuestros productos en los mercados exteriores, que generan puestos de trabajo y riqueza a nuestra comunidad autónoma.

Llevamos años hablando de nuestro REF. Es necesario actualizarlo de verdad (que beneficie a todos los canarios y no solo a una minoría) a las exigencias económicas del siglo XXI, porque hoy está desfasado y su rentabilidad está en entredicho. Desde la aprobación del REF, Madrid solo lo cumple cuando el voto canario es válido al partido que gobierna. Evade sus compromisos al no estar anclado en nuestra Constitución ya que sólo se contempla una simple mención, con Baleares, en su artículo 138. Sin embargo, la Unión Europea, nos reconoce como RUP desde el tratado de Lisboa, en vigor desde el uno de enero del 2009.

Aprovecho esta oportunidad para recordar el informe del pasado mes de mayo, Reflexiones, del Colegio de Economistas de Las Palmas, que hace un recorrido de los últimos veinte años del Arbitrio a la Importación y Entregas de Mercancías en Canarias (AIEM) 2002-2022. Expone de una manera clara, documentada, y profesional, cómo se antepusieron los intereses fiscales sólo por recaudar, con la complicidad del PP, PSOE, CC y la UE, frontalmente en contra de la realidad europea de la libertad comercial y el Mercado Único.

Es una situación injusta que se contrapone a la de otros territorios, como el País Vasco y Navarra, que sí han sabido defender sus derechos: nunca los pondrían en riesgo por intereses de recaudación como pasó en Canarias. El AIEM es el principal factor por el que se encarecen los precios en Canarias. El informe del Colegio de Economistas resume que nuestra fiscalidad no ha avanzado en las últimas dos décadas, al contrario, está más acentuada.

Buscando en la hemeroteca, tuve la oportunidad de volver a encontrar las Crónicas y Libertades, de Juan Ignacio Jiménez Mesa, Contracorriente 1993 / 2005. Cuanto nos gustaría que continuase entre nosotros para que nos siguiera ilustrando con sus acertadas y documentadas opiniones.

Hoy las valoramos mucho más, por su forma de acercar las crónicas al lector con visión y su conocimiento de la sociedad y de Canarias desde la política, los mercados, la libertad de empresa, el turismo, la globalización y política exterior, entre otros.

Más que nunca Canarias está necesitando de líderes vocacionales para revertir esta situación a favor del interés general de los canarios. Sería la mejor forma de retornar a nuestro optimismo natural que tanto nos ha caracterizado y que estamos perdiendo de forma melancólica año tras año.

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