Recordando a Juan de León Súarez

Una de aquellas personas de las que debo dejar constancia, no sólo por la muestra de confianza y amistad que ha depositado para conmigo, sino por su dedicación tanto en el ejercicio de su profesión, como en su dedicación y compromiso con la sociedad canaria en materias tan variadas, como la política, en los inicios de la democracia en España, la cultura y el deporte es, sin duda, Juan de León Súarez. Le conocí casualmente, hace más de 40 años, en el Club Inglés en un cóctel al que nos había invitado Nicolás Díaz-Saavedra.

Al fallecimiento de su hermano Gregorio, Presidente de ACO, en el año 1994 le sustituyó en el cargo. Bajo su dirección, se modernizó la estructura de funcionamiento de ACO, con su personalidad consiguió involucrar a la Administración (Cabildo de Gran Canaria, Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y Gobierno de Canarias) reactivando su apoyo y ayuda al Festival de Ópera: se renovó el personal de oficina, legalizando su situación laboral: se resolvió el problema de tener que encontrar nuevas oficinas, dada la iniciación de las obras de mejoras del Teatro Pérez Galdós, donde se encontraban instaladas sin coste alguno. Todo ello y otras muchas situaciones de más complicación incluso, hubo que solucionar para sacar adelante la programación del Festival de Ópera. La intervención de Juan de León fue decisiva en la consecución final del éxito obtenido.

Pero mi amistad con Juan de León sobrepasó nuestra conexión lograda a través de nuestra afición a la ópera. En momentos, por los que la Unión Deportiva Las Palmas estaba pasando dificultades, decidimos Juan desde ACO y yo desde, la RSEAP de GC, involucramos en su apoyo no sólo tomando la decisión de abonarnos al Club, sino transmitiendo a los colectivos de nuestras respectivas Asociaciones, la importancia de su colaboración con la Unión Deportiva, dado lo que supone para Gran Canaria contar con una buena imagen de un Club de Futbol.

Con Mari Fe su mujer también nos unía a Rosa y a mí muy íntima amistad, realizamos varios viajes los dos matrimonios a Madrid donde recuerdo, entre otras cosas, un agradable almuerzo en el restaurante «Lucio». También participamos de un crucero bordeando la costa Noruega. Mari Fe, para Juan fue un referente que sin duda marcó las decisiones que afectaron a su vida familiar. Su fallecimiento le causó una gran tristeza que sólo se vio compensada por el afecto que sus hijos le mostraron incansablemente, de lo que él estaba muy orgulloso.

Juan de León Suárez se ha ido, dejándonos a sus amigos y desde luego a sus hijos, un sentimiento de tristeza que sin duda, no se borrará nunca.

Hermanados por nuestra condición de Hijos Predilecto y Adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria, estoy seguro retomaremos nuestra amistad allá donde nos encontremos.