Opinión | Reseteando

Ante la ‘zafra’ turística de Semana Santa

Un camarero trabaja junto a una terraza.

Un camarero trabaja junto a una terraza.

A lo mejor no quieren ir al tajo de cocineros, kellys, camareros o meseros, la reclamación prioritaria de los empresarios para cubrir la zafra turística de esta Semana Santa, que amenaza con destrozar todas las previsiones. Los patronos, ante la apatía, sueltan con sutilidad la idea de que estos parados son una tropa de gandules, bien alimentados por los subsidios. Pero podría ser que estas ofertas hayan caído en desgracia, y que el Archipiélago esté viviendo a su manera una especie de Gran renuncia: los jóvenes prefieren quedarse en casa o en la esquina de la barriada, al considerar que sus salarios no están en sintonía con los horarios y el trabajo que se les exige, ni tampoco están dispuestos a dejarse gran parte del sueldo en el alquiler de la vivienda. El mismísimo presidente Clavijo reclamó, nada menos que en el discurso del Debate sobre el estado de la nacionalidad, un alza de sueldos en el sector turístico dados los beneficios récord de la industria. Las facturaciones, 22.000 millones en 2023, empiezan a resultar un tanto escandalosas y sangrantes en contraste con un paro en torno a las 170.000 personas, por no citar los graves indicadores de pobreza o la falta de vivienda. Los empresarios padecen de amnesia y olvidan que en fechas no muy lejanas sufrieron un cero turístico por la pandemia, un desastre que amortiguaron gracias a las líneas de ayuda de la administración. La circunstancia de que el sector no resulte atractivo para los parados debería ser motivo para una reflexión, por supuesto que incompatible con esas visiones empresariales excesivamente protectores de los márgenes de beneficios. Dado que las palabras del jefe del Ejecutivo canario, en sede parlamentaria, han sido inmediatamente rechazadas, no estaría de más explorar otras alternativas para socializar los beneficios de la boyante explotación turística a través de mecanismos fiscales, pactos laborales y medidas en el ámbito de la sostenibilidad social, especialmente en lo habitacional. Los brutales parámetros extractivos de décadas pasadas no deberían sobrevivir hoy día. Pero nunca se sabe.

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