La trayectoria cómica de Piedra Pómez puede leerse siguiendo la progresión cronológica de la realidad sociopolítica de Canarias desde los años 80 hasta el presente pasada por el tamiz humorístico más crítico. Si 20 años no es nada, conquistar el podio de la treintena en este 2017 que expira constituye el cénit de la carrera del dúo humorístico más querido de las islas, que hoy se define como "una pareja feliz y contreinta".

Así se titula el espectáculo que protagonizan Francisco Santana (Paco) y Gregorio Figueras (Gre), artífices de Piedra Pómez, esta noche, a las 20.30 horas, en una función única en el Teatro Cuyás, donde festejan el trigésimo aniversario de su historia de humor. "El tiempo pasa volando, como también pasan volando los aviones, los mosquitos y el sueldo cada mes", manifiesta el dúo al respecto de sus tres décadas de "existencia humorística", desdoblándose en una hilera de personajes encabezada por las célebres Fefa y Siony, seguida de Esther Colero, Heidi Honda, Sary Mánchez y de los invitados Eduard Punyet, Jesús Hermigua, Poli Urbano, Poly Neurol o Boby Lino.

En este arco temporal, en el que el dúo ha vivido tres guerras "si contamos con el Alfonso (Guerra)", bromean, Piedra Pómez y su juego de personalidad múltiple ha destripado la realidad social isleña con el bisturí del humor más irreverente y el retorcimiento inteligente del lenguaje bajo la premisa de que "la realidad supera siempre cualquier tipo de ficción". "Y propicia una multiplicidad de situaciones para reírse", apunta Francisco Santana, mitad del tándem humorístico e ideólogo de la propuesta, que comenzó a rodar de manera oficial el pasado 27 de noviembre de 1987.

Éxito

"Nosotros practicamos el humorismo, que es la manifestación pública del lado divertido de las cosas", sostiene Santana. "Por eso decimos que somos una pareja de amigos que se divierte en voz alta; que se ríe de sí misma en voz alta y de los demás en voz baja".

El (ya no tan) secreto del éxito de Piedra Pómez radica, en palabras de Santana, en la capacidad del dúo de amoldarse a los nuevos tiempos y alinearse con las nuevas modas o corrientes de pensamiento a las que buscarle las cosquillas. Y esta cualidad dúctil les ha convertido, en palabras del dúo, en "ilustrísimas personalidades pletóricas de falta de ignorancia".

"Lo que está claro es que el terreno político, como fuente humorística, es interminable y, de hecho, los políticos compiten con nosotros en su vis cómica; a veces, hasta nos superan en sus shows", ríe Santana. "Pero nosotros entendemos que, en la medida en que es más rico tu repertorio o el ángulo sobre el que miras la realidad, más posibilidades y recursos humorísticos vas a dominar en el escenario".

En este sentido, su repertorio de sketches de creación propia "siempre ha estado relacionado con la observación crítica de la realidad a través del humor absurdo", como ilustra su símil entre el Gobierno de Canarias y un billete de 500 euros porque, según Figueras, nunca "hay cambio", a lo que Francisco añade "que, además, puede ser falso", aparte de que "tampoco hay forma de encontrarle valores".

"Nuestro repertorio ha ido cambiando a medida que ha ido cambiando la realidad", puntualiza Santana. "Nuestros personajes se han adaptado a las nuevas circunstancias y, en paralelo, han surgido nuevos personajes que han comentado las nuevas circunstancias y han ido haciendo humor a partir de esas nuevas circunstancias. Creo que ahí ha estado la clave de que nos hayamos mantenido tanto tiempo, porque siempre hemos bebido de la fuente de la actualidad en todos los sentidos".

Comienzos

Aunque Piedra Pómez inauguró su vuelo a finales de la década de los 80, el conjunto ya ahuecaba las alas de su proyección humorística desde comienzos de los 70 en el Colegio Mayor San Fernando, en La Laguna, donde se trenzaron sus caminos y comenzaron a bosquejar los personajes de Fefa y Siony, Vanessa o Mari Carmen Isas Folías y Malagueñas, durante sus noches de estudio. Unos años después, las voces de su galería de álter ego teatrales comenzaron a filtrarse en las ondas de distintos programas radiofónicos junto a un colega profesor, José Luis Domínguez (Pifanito). Estas intervenciones en radio constituyeron el puente que, finalmente, desembocó en la escena el 27 de noviembre de 1987 en la desaparecida discoteca Macro Astoria de Las Palmas de Gran Canaria, junto con otro humorista bautizado también como Paco Santana, que completó el formato trío.

En esta tarima se fraguó el ascenso de Piedra Pómez, que a partir de entonces continuaría su camino de baldosas amarillas en formato de dúo. "El panorama era totalmente distinto: cuando Piedra Pómez empezó no había Internet ni redes sociales, y todo era más familiar, más cálido", apunta Santana, quien destaca que tampoco existía entonces la "corrección política" que atenaza el terreno de la libre expresión en la era Twitter.

Una vez establecidos como dúo, "como las parejas de verdad", Piedra Pómez "metería el hocico" en las televisiones canarias para degustar "un buchito de café" edulcorado con su humor absurdo y surrealista, que hoy defienden con uñas y dientes frente a la proclividad general hacia un humor "más plano y simple".

Sentido crítico

En opinión de Piedra Pómez, "hoy se ve muy poco sentido crítico en el humor". "El de hoy es un humor menos marcado ideológica y socialmente, porque en España y, en concreto, en Canarias, existen pocos programas de humor crítico con el poder, como sí lo hay en otras televisiones autonómicas. Y esto se debe a que existe una cierta cortedad de miras en los directivos de los medios de comunicación canarios, y a que tampoco hemos tenido políticos con un sentido crítico y autocrítico suficiente", afirma Santana.

A su juicio, "los medios públicos tienen que estar abiertos a todas las opiniones, precisamente, porque son públicos, como sucede en el Parlamento. Y no tiene que haber ninguna autoridad que ejerza como guardián del oráculo para imponer un control de ningún tipo, sino que deben aplicarse los mismos controles que a la libertad de expresión". "Y en Canarias se ha pecado mucho de eso: los medios públicos son muy pacatos en ese sentido y, luego, resulta que quieren hablar de libertad de expresión, cuando la realidad es que no han fomentado el debate".

A este respecto, Piedra Pómez, con la sabiduría de la experiencia, apuesta por que el humor espeje la realidad como "un reflejo cómico o un reflejo como espejo deformante". "Incluso, como una caricatura de la realidad, que no tiene por qué ser hiriente o estupidizante, sino que invite al posicionamiento crítico y a la reflexión, mientras te echas unas buenas risas".

Espectáculo

Después de celebrar sus Bobas de Plata en su 25ª aniversario y de imprimir un giro a ese mismo repertorio porque "con el tiempo, la plata se va poniendo negra y hay que darle brillo", Piedra Pómez regresa a los escenarios "feliz y contreinta". En esta ocasión, en su línea paródica y su infalible grado de improvisación, el dúo dedicará su repertorio treintañero "a los momentos rituales importantes en la vida de las personas, en general, y de las personas canarias, en particular; llámense política y economía, religión y bricolaje, I+D lo mismo, educación y cultura, sexo y café...".

Y aunque se reservan las sorpresas del espectáculo para el propio espectáculo, "hay gente que necesita tener un anticipo", reconoce, y, por eso, avanzan que "hablaremos de nuestra vida y nuestras cosas, de la Banca Aseregé, de un partido político único, nuevas religiones, folclore y poesía, familia, música y lo que surja sobre la marcha... Hasta que se produzca su marcha con algo menos de peso y algo más deshidratados de tanto llorar y sudar de risa. Y nosotros con la alegría del deber cumplido, aunque a veces el deber no nos salga cumplido, sino redondo o cuadrado".