El escenario del Teatro Cuyás recibe este fin d semana a Emilio Gutiérrez Caba con Después del ensayo, una obra del guionista y director Ingmar Bergman adaptada por Joaquín Hinojosa y dirigida por Juan José Afonso. Gutiérrez Caba se mete en la piel de Bergman, uno de los grandes del cine y teatro del siglo XX. Con dos funciones, hoy viernes y mañana sábado, el público podrá sumergirse en "el testamento como hombre de teatro de un Bergman ya maduro, que se autoanaliza de forma implacable, sincera y atormentada", expresa el director del montaje.

Después del ensayo es "una reflexión sobre la vida que no se quiere o no se puede vivir", según Juan José Afonso, para quien se trata también de "la demostración de la existencia de determinados comportamientos humanos emocionalmente desequilibrados que, inevitablemente, se repiten y que, por ello, hacen imposible, aunque se intente desde el amor, que puedan ser soportados o perdonados".

En ese sentido, Bergman ha- bla aquí de la tragedia del desamor, de la asunción de la soledad y de la derrota de las creencias ante el paso arrasador de la vida. A Gutiérrez Caba lo acompañan en escena Chusa Barbero y Rocío Peláez, y, tras la función de hoy, mantendrán un encuentro con el los asistentes que acudan a verlos.

En el encuentro, hablarán de la obra y de la visión del teatro de Bergman, quien llegó a advertir: "Del teatro me tendrán que sacar con los pies por delante". Una afirmación de Ingmar Bergman que tal vez sea el punto de partida de "esta historia íntima, de este texto dramático, tan personal, del maestro", según las palabras de Afonso.

La pieza, concebida como un testamento de la vida del cineasta sueco y su relación con la escena, se estrenó en formato de película para televisión en el año 1984. En el reparto figuraban ErlandJosephson, Ingrid Thulin y Lena Olin. "Ya entonces me pareció una película espléndida por las reflexiones que hacía", revela el actor. "Por tanto, cuando se hizo la adaptación teatral, me pareció que valía la pena imbuirse del mundo de Bergman y ver qué ocurría en su cabeza y en su corazón".

Sin embargo, Gutiérrez Caba se-ñala que "desgraciadamente, el teatro ha dejado de tener esa aureola de reconocimiento que tenía antes, pese a contar con actores excelentes, con unas facultades y virtudes teatrales innegables". Y lamenta que, "la cultura teatral está prácticamente paralizada en toda España y eso no dice nada a favor de nuestro país, como no lo dicen tantas otras cosas",

Asimismo, el actor asegura sentirse "profundamente enfadado" por el abandono a la educación y a la cultura. Siguiendo esta línea, apostilla que "no solo por la ad-ministración actual, sino en ge-neral, porque merecen otro res-peto y otro trato por parte de las instituciones, que deberían inculcar las artes a la ciudadanía, no despreciarlas".

A su juicio, "la palabra cultura se está utilizando ahora para las cosas más peregrinas, como la cultura culinaria o la cultura del vino, pero la cultura, aunque se puede aplicar a esos términos, es la que forma la conciencia de un país".