Said Muti: "Las canciones tienen ahora más peso y caminan hacia otro lado"

El músico presenta esta noche, en el Alfredo Kraus, su tercer trabajo

Said Muti: "Las canciones tienen ahora más peso y caminan hacia otro lado"

El músico Said Muti (Amán, Jordania, 1988) presenta esta noche, en el Alfredo Kraus, su tercer trabajo, segundo en formato largo Habitación 828, para el que ha contado con la producción de Ricky Falkner.

Habitación 828 llega dos años después de De Tripas R'n'R . Un disco que ha tenido a Ricky Falkner en la producción. ¿Por qué decidió trabajar con él?

Nos conocimos hace un año, me gustaba los trabajos que había hecho, sobre todo con Love of Lesbian o Quique González, su manera de enfocar las canciones, y es alguien que respeta las cuestiones de la canción. Le dije si quería producir, aceptó y nos pusimos a buscar una fecha. El proceso fue bastante bonito. Nos encerramos durante tres semanas en una casa en Tarragona, hicimos todo allí con los músicos, y fue como un encuentro diferente respecto a como se grabó el disco anterior.

¿Llegó a la casa con el disco terminado?

No, de hecho, Las verdades que conté se terminó allí. Yo iba con treinta y pico canciones, que al final nos quedamos con esas diez, y había algunas que ya habíamos tocado como Balada de Kid Fracaso, con letra de Pedro Flores, que tenía claro que debía estar en el disco, y había otras que las deje a la aleatoriedad de lo que se iba componiendo. Por ello, abundan los medios tiempos; hubo una época en la que salieron más temas en esta línea, y era como no rechazar lo que salía, porque si salían era por algo.

¿Ha sido compleja la depuración del repertorio, y dejar temas fuera del disco?

Las canciones, cuando no las tienes montadas, producidas, parece que una te gusta más por el estribillo, o por otra cosa, pero al final, entre Ricky y yo llegamos a un acuerdo respecto a que canciones tenían capacidad y contundencia para aguantar un disco de 44 minutos sin desmerecer ninguna de las que estuviesen. Es un proceso raro, diferente, porque decidimos con más precisión, con más algo de bisturí, pero creo que al final el resultado ha sido positivo. Seguramente, de las canciones que abandonamos, dentro de un año o así se podrán recuperar o no.

¿Qué ha cambiado en Said Muti en este disco? El sonido ya está definido, y el segundo álbum siempre se antoja más complejo que el primero.

El sonido es Said Muti, en lo que veníamos insistiendo: que al escuchar una canción el público supiera quien era el artista. El sonido es propio y es lo que uno persigue, porque si no tienes personalidad parece que no vales para nada. Este disco tiene quizás un punto de madurez, las canciones con más peso, y que caminan hacia otro lado. Creo que le dimos una vuelta de tuerca basándonos también en bastantes guitarras acústicas, a nivel de tonalidades está un poco más sosegado, y todo eso conjugarlo con la cuestión eléctrica, canciones como Dispárame, que tienen que estar ahí. Como digo, un trabajo más maduro y un paso como de asentamiento. En este disco hemos ganado en una cuestión orgánica, una apertura, escucho estos temas y se me quedan más en la onda de cuando los compuse, y en los otros si es verdad que tiramos más por lo eléctrico, lo rabioso. Es maravilloso, poder tener un disco en el que hay esa rabia y electricidad, y este más sosegado, en otro ámbito. Hacer lo mismo sería un aburrimiento.

¿El balance que presenta el disco es el que buscaba?

Busco ese balance y el peso de algunas letras que había escrito como poemas y que luego se musicaron, y era jugar con ese ámbito de poder hacer una canción muy cañón, pero también unos medios tiempos donde lo que se esté contando tenga sentido, se entienda.

¿Es Habitación 828 un álbum que aflora sus distintos roles como compositor?

Con los medios tiempos te quedas con la canción tal como la compusiste, y solo le vas añadiendo algunas cosas que crees necesarias, porque la canción en sí no se ha movido. Con la cuestión eléctrica juegas mucho más con otras cosas. Hay un tema como El forastero, que lo compuse en onda Neil Young o así ,y cuando lo llevamos al estudio de repente se planteó llevarlo a un terreno más festivalero y eléctrico, y metiéndole un sinte y soltándolo hacia otro lado. Ese riesgo mola muchísimo porque algo que tenías pensado de una manera termina de otra, y además se mete en el disco y no desentona. Cuando buscamos sonidos de sintes e irte a otra vertiente sin olvidar lo orgánico, creo que conseguimos un buen resultado, ese equilibrio. No es Depeche Mode tampoco, pero sí en la onda en lo que habíamos pensado. Las influencias siguen estando ahí, y la suerte es que con los músicos que hemos grabado y de Ricky es que hablamos el mismo idioma. Era muy sencillo llegar en cuestión de minutos a un sonido en concreto. Y aunque seguimos con el lenguaje del rock en este disco hay más cosas. Por ejemplo, la Balada de Kid Fracaso es una balada soul con mucho aire, y a veces parece que los instrumentos desaparecen, y es algo que buscábamos, poder hacer soul, un blues menor como La memoria de tu piel, y poder hacer un tema tranquilo y sosegado como es el single, Las verdades que conté.

El single es una tarjeta de presentación que descubre la sonoridad actual de Said Muti.

Oyendo esta canción puedes saber a que suena el resto del disco. Hay diferentes cosas, pero entre Ricky y yo decidimos que esa era la canción, el segundo single será otra cosa diferente, pero creo que este resume bien el disco.

¿Cómo será el estreno del disco en el Alfredo Kraus?

Vamos con el formato y banda habitual, y lo único es la novedad de la electrónica, metemos algún sinte, alguna base, que pondremos en directo, y en estos días se ha insistido en que tenemos que tocar las canciones, que hay que hilar muy fino para reproducir todo eso que hay en el disco, y que lo que salga sea lo más fiel respecto a lo que hemos trabajado. Y luego hay otra vertiente, que este repertorio lo mezclamos con los temas del disco anterior, que tienen otro sonido, otra luz, y hemos hecho versiones de nuestras propias canciones para que todo tenga un hilo conductor; me gusta que los conciertos tengan un cierto sentido, no solo que el público venga a escuchar canciones sueltas y músicos sueltos, sino que todo tenga una concordancia.

Es la segunda vez que recurre al micromecenazo para financiar un disco.

Con el anterior lanzamos dos canciones al principio antes de la campaña, y aquí nos jugamos un poco la piel, no teníamos canciones que ofrecer porque no habíamos entrado a grabar, pero contamos con la confianza de mucha gente que compra el producto antes de conocerlo y que son parte primordial de todo esto. Si antes se decía que si tenías un contrato discográfico y que tenías ataduras de las compañías, con el micromecenazgo no es que tengas un jefe, tienes cuatrocientos. Muchas veces se habla de la libertad que uno tiene gracias a los fans, pero hay una responsabilidad añadida hacia ellos, están jugando con la ilusión de mucha gente que está creyendo en ti. En el proceso de grabación y producción, es algo que uno tiene siempre presente. Es algo que hace apretar y te lleva al máximo de exigencia.

¿Ha sido un buen año para Said Muti? ¿Cómo ve la escena en el Archipiélago?

Ha sido bueno y lo cerramos bien con el disco. A esperar que 2019 sea mínimamente igual, poder seguir haciendo conciertos, que las canciones crezcan y llegan a cuanta más gente mejor. A nivel de Canarias, tenemos muchísimo talento, hay muchas propuestas, se pueden hacer aquí grandes cosas y hay que quitarse complejos, podemos hacer lo que queramos, solo es cuestión de creer, tenemos lo más importante que es el talento, el año ha sido buenísimo con propuestas más profesionales y asentadas, entendiendo el arte por un lado y el negocio por otro, creo que durante un tiempo se nos olvidó un poco, y este negocio necesita desde los promotores, los técnicos, los músicos, por supuesto, y todos tenemos que sumar para que las cosas vayan hacia adelante.

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