La industria de la moda ha recibido muchas críticas últimamente por ser insostenible y explotadora. Se duda del papel que tiene la semana de la moda ante unos costes exorbitados y la retransmisión en directo de sus desfiles por todo el mundo. Sin embargo, hay un evento que está en evolución y mantiene su promesa de hacer cambios positivos: es la siempre maravillosa Semana de la moda de Londres, que esta temporada se ha convertido en activista entre las noticias de "un-céntimo-por-prenda-vendida", un plan de impuestos que se está barajando para incentivar a las marcas al reciclaje.
Edeline Lee ha aprovechado la presentación de su colección como plataforma para dar voz a las mujeres, sustituyendo la pasarela tradicional por un escenario en el que 35 expertas femeninas dieron unos poderosos discursos. La colección fue sutil y suave como de costumbre, con un foco intenso sobre la ropa de abrigo llamativa en seda jacquard.
Siguiendo la línea del espíritu feminista, Natalie B. Coleman se asoció con el Fondo de Población de las Naciones Unidas para crear su colección Sisters, influida por el poderoso vínculo entre las mujeres y creada para enfatizar la importancia y el poder cooperativo de la hermandad femenina. La preciosísima colección emplea técnicas de artesanía irlandesa tales como el encaje, los tejidos a mano, el punto y el bordado, que se han ido pasando de unas mujeres a otras, generación tras generación.
Richard Malone abordó el tema de la sostenibilidad y la inclusión en su colección AW2019, con una selección de modelos muy diversa y de todas las edades con las que presentó piezas hechas con tejidos reutilizados, incluyendo viejas camitas de mascotas y sargas de ropa de trabajo. La marca Vin + Omi con el concepto basura cero fue aún más verde en su última colección, con vestidos hechos de ortiga ecológica y perifollo, y con tejidos de punto apelotonado hechos con material donado de lana de alpaca cepillada. Los resultados fueron fabulosos.
Bethany Williams ganó el premio Elizabeth II Award for Design por su enfoque ético de la moda en la LFW de esta temporada, en la que ha presentado su colección titulada Adelaide House en honor a un albergue de mujeres en Liverpool y producida empleando exclusivamente materiales reciclados y ecológicos.
Y como colofón, y demostrando que la escena de la moda londinense permanecerá global a pesar del inminente Brexit, estuvo la increíble exhibición de Brave New Worlds, presentando el trabajo de 16 de los mejores diseñadores emergentes del mundo, con la sostenibilidad como hilo conductor presente en varias de las colecciones de este año.
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