Entrevista | Luis O'Malley

"Michelle' va de lo que nadie cree"

"La soledad es un bien si es elegida, si nos queremos aislar. Creo que la vida está para compartirla con la gente que nos rodea eligiendo bien a esa gente", opina

El autor y director teatral Luis O'Malley.//Tony Hernández

Según el propio autor y director de la obra teatral Michelle, Luis O'Malley, se trata de "una comedia que roza el absurdo o en ocasiones hasta se sumerge en él. Dos personajes luchan contra la impotencia, contra sus propios miedos y complejos y contra el destino inalterable". Michelle responde a la pregunta de si estamos solos en el universo y, más concretamente, en la vida. Esta producción de Ángulo se estrena mañana en el Teatro Guiniguada.

¿A qué obedece el título Michelle en una obra limitada a dos personajes masculinos, Maurice y No?

El título es una de las sorpresas de la obra, un giro que le tenemos reservado. Está puesto con mucho cariño y detenimiento en el argumento de la obra.

El subtítulo Una comedia muy seria , ¿anuncia teatro de tesis, o teatro del absurdo?

Más teatro del absurdo. Estábamos leyendo el guión y Mingo Ruano, uno de los actores, pensó que esto era una comedia, pero muy seria. Hay una parte sin mucha reflexión que no deja de ser comedia, pero entendimos que teníamos que hacer la obra desde la más pura seriedad y también llegar a la risa del espectador.

¿Puede divertir el juego de dos personajes "en lucha contra la impotencia, contra sus propios miedos o complejos y su destino inalterable"?

Sí, de eso se trata. Creo que si nos enfrentamos a las cosas peores de la vida de una manera absurda puede divertir, siempre entrando en la comprensión teatral. Si esto lo tratamos con un rigor dramático estaríamos hablando de otro tipo de obra, pero hay tantas contradicciones en esta representación con los personajes planteados que se forma la diversión. Constantemente nos enfrentamos a lo que no podemos hacer en la vida y creo que lo mejor es desde el humor, la ironía y el sarcasmo porque pienso que la vida se vuelve más llevadera así que sumiéndonos en la tristeza.

¿Cuál es la respuesta a la pregunta de si "estamos solos en la vida"?

Estamos todo lo solos que queremos. La soledad es un bien si es elegida, si nos queremos aislar. Creo que la vida está para compartirla con la gente que nos rodea eligiendo bien a esa gente. Se puede pensar a veces que se está solo incluso rodeado de gente, pero vivir en sociedad, como decía Aristóteles, creo que es lo más positivo que puede tener el ser humano.

Su deseo es que el espectador reciba un chorro de situaciones cómicas que no le dejen pensar, pero el objetivo real es que después "piense mucho". ¿Es posible teatralizar esa doble actitud?

Los maestros de la comedia dicen que tiene que ir rápida, que no puede dejar pensar al espectador, que situación tras situación lo vayamos descolocando, pero es verdad que toda comedia debe tener un punto de reflexión, no de aleccionamiento, pero sí de hacer pensar y que la comedia en sí misma, durante la función, respire. El espectador puede no pensar porque se lo está pasando muy bien, pero por en medio está recibiendo una serie de mensajes que le hagan decir después en su casa que de lo que escuchó hay aspectos que puede llevar a su propia filosofía de vida.

¿Puede anticiparme el "efecto sorpresa" que anuncia?

Lo único que puedo decir es que la obra va de lo que nadie cree, es decir, que al principio nos encontramos con una situación y la gente pensará que va de eso, pero realmente trata de otra cosa bien diferente. Todo se va alternando y girando e incluso el espectador, esperemos que poco a poco, piense que lo que le parecía una sorpresa ahora le parece mucho más sorprendente conforme avanza la función.

La obra cuenta con dos buenos actores, una escenografía efectista y un fuerte equipo de producción y dirección. ¿Consiguen resultados rentables?

Sí, estoy contento de haber escrito y dirigido Michelle para estas dos bestias del escenario que son maestros para mí, los grandes actores Mingo Ruano y José Luis Massó, quienes se han acercado al texto con ilusión, predisposición y humildad, premisas básicas para triunfar en este mundo. Es la tercera producción de Ángulo, una compañía que creo que se está consolidando y apostando fuerte, desde su productor Raúl Morán, por un teatro diferente o de textos más arriesgados.

¿Hay diferencias de tesis o de estilo con la primera obra que han presentado con éxito, El regreso de Demofonte ?

Bueno, ambas las he escrito yo, pero aquella comedia, aunque con algo de absurdo, fue más de situación que esta. La temática y la época son distintas en ambas obras y en la actual hay menos actores. Quizá El regreso de Demofonte hablaba de temas más universales y Michelle, más personales, más humanos, que tienen que ver con lo que sentimos y lo que podemos o no conseguir en la vida.

¿Proyecta la empresa Ángulo Producciones otros montajes después de Michelle ?

Raúl Morán es una persona muy inquieta que creo que ya tiene algo pensado para el próximo año sobre intentar llevar a cabo un texto de Maykol Hernández que también dirigiría yo. Morán intenta al menos hacer un estreno al año que persigue mover por la mayor cantidad de salas posible. Apuesta mucho por el teatro porque viene de familia de teatreros y se nota.

¿A qué atribuye la multiplicidad de obras y compañías teatrales canarias que en los últimos años vienen subiendo a los escenarios?

A muchas infraestructuras que con el tiempo se están empezando a consolidar. Por ejemplo, el 100% de las compañías canarias se nutren de las generaciones que salieron de la Escuela de Actores de Canarias, que no sólo forma actores sino que cuenta con asignaturas que complementan la preparación del teatrero. Creo que eso ha llevado a la creación de compañías nuevas y a suministrar de elencos a las existentes. Por otro lado, las nuevas generaciones con las nuevas tecnologías tienen mayor acceso a poder promocionarse. Hay espacios limitados en los que se han podido representar obras de teatro pequeñas en las que han empezado varias compañías. El planteamiento de Residencias-SIT hace que se puedan financiar proyectos pequeños. Creo que la escena canaria, sin llegar a ser una industria de mucho éxito, tiene salud por las nuevas generaciones que están surgiendo y que aprenden de los que llevaban años y se partían la cara por formar un teatro insular, como son los Profetas , Clapso o Éxodo Teatro.

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