Entrevista | Joaquín Reyes

"Los cómicos canarios son como una invasión silenciosa"

"Después de hacer monólogos tantos años te preguntas si serás capaz de escribir cosas originales y graciosas", manifiesta el actor y cómico

"Los cómicos canarios son como una invasión silenciosa"

El actor y humorista Joaquín Reyes (Albacete, 1974) renueva su catálogo de disparates en su nuevo espectáculo Festejen la broma, que lo trae al Teatro Cuyás en la capital grancanaria con funciones hoy viernes y mañana sábado, a las 20.30 horas. Un show con el que Reyes regresa a la gimnasia del monólogo con la que empezó en la escena y en la pantalla hace más de dos décadas. El cómico de verbo fácil que practica un humor inclasificable en los márgenes del absurdo, se declara "muy contento de ir para allá con mi nuevo espectáculo". En esta entrevista, habla de Festejen la broma, al tiempo que repasa el camino andando y lo que queda por hacer.

Regresa al Teatro Cuyás con un nuevo espectáculo Festejen la broma. Un show renovado, según sus propias palabras, que rehuye de la repetición y de los lugares comunes. ¿Qué se va a encontrar el público? La última vez que estuvo en el Cuyás fue en junio de 2015 con Que me aspen! ¿Qué diferencias hay, si las hubiera, entre éste espectáculo y el que le trae de vuelta?

Con respecto a Que me aspen! no deja de ser un espectáculo de monólogos lo que vengo a ofrecer, pero es un texto nuevo. Y tiene que ver con Que me aspen! en el sentido de que vuelvo a nuestros orígenes y hay una sorpresa final porque saco un muñeco, hago de ventrílocuo. Y después de hacer Viejóvenes con Ernesto Sevilla, me apetecía volver al monólogo. Lo que quería es escribir bromas nuevas. El material antiguo ya lo había jubilado, quería textos nuevos.

Como humorista tiene un estilo y una marca, y la necesidad de renovarse en cada show .

Después de estar haciendo monólogos durante más de veinte años, casi con el mismo material, llega un momento que tu quieres escribir cosas nuevas, y tienes muchas dudas porque te preguntas si serás capaz de escribir cosas originales y graciosas. Nunca tienes la certeza de que vaya a funcionar al igual que los monólogos que están ya testados, pero al fin y al cabo lo que tiene que hacer un cómico es ir hacia adelante, escribir y salir de la zona de confort. Ves lo que has hecho, la gente se ha reído y divertido, y creo que es bueno para un cómico que ocurra esto porque te hace sentir vivo, y no conformarte con lo que has hecho. Eso lo hacemos todos porque al final no puedes hacer eternamente el mismo monólogo.

¿Cómo ha funcionado el espectáculo tras su estreno en Madrid, y cómo se encuentra en el escenario? ¿El público ha respondido como esperaba?

Estuvimos probando en el teatro La Latina y estoy muy contento de como ha funcionado. Los shows de comedia no dejan de crecer y van mejorando, sobre todo y como te decía, en el último tramo del espectáculo en el que hago de ventrílocuo. Era un riesgo y contento con esta respuesta tan positiva.

Humor absurdo, humor de culto... Heredero de las formas de Gila y Faemino y Cansado. Son términos que se usan para hablar de usted como humorista. ¿Se identifica con estas aseveraciones?

Es muy halagador que me comparen con Gila o con Faemino y Cansado, y sí es verdad que me reconozco un poco en estas propuestas, en ese humor absurdo, mezcla de costumbrismo y surrealismo, y creo que somos herederos de eso. Al final somos monologuistas, hemos hecho muchas cosas, sketches, somos guionistas, una serie, y es algo bueno porque está en nuestros genes como creadores. En Paramount nos invitaban a hacer todo esto y tiene que ver con nuestra seña de identidad.

En aquellos años, tuvo carta blanca para hacer y contar lo que le viniera en gana, usted y el equipo que le acompañaba.

Claro, y al final creo que es algo bueno el hecho de que fuéramos apaces de crear nuestro propio material, que como guionistas pudieramos desarrollar nuestra comedia y nuestras ideas de muchas maneras, y con todo esto no se cómo me puedo catalogar, y al final esta propuesta que llevo ahora al Teatro Cuyás es un monólogo que intento que sea atractivo para la gente, y aunque tenga sus videos y animaciones no deja de ser un monólogo.

¿Hay que repensar el chiste y la broma por aquello de ser políticamente correcto? Lo pregunto por los episodios de mordaza a cómicos, músicos... ¿Qué opina de todo esto y si usted ha sufrido alguna situación de este tipo?

Los límites a la libertad de expresión los marca el poder, no la gente que escribe. Nunca me he sentido cohibido por la gente. A la gente se ha castigado por un comentario o por meterse con alguien, y no creo que estemos mal. La comedia es una cosa valorada y no tengo la sensación de estar peor que antes. Hombre, está la gente que uno ha parodiado, pero los límites a la libertad de expresión son una cosa y siempre a la gente que se ha castigado es porque se han metido con el poder. Que la gente manifieste su descontento en redes no es un problema gordo, y es mi opinión personal.

¿Qué inspira a Joaquín Reyes? ¿Cómo llega el chiste o las situaciones cómicas que incorpora a sus distintos proyectos? Antes decía que había tenido que hacer malabarismos para renovar este espectáculo.

Los temas son muy parecidos para todos y depende cómo lo enfoca cada uno: la infancia, la familia, tus padres, tu mujer, las relaciones sentimentales, todo son lugares comunes. Lo que hace que seas original es cómo los enfocas, tu punto de vista,eso es lo hace que tengas una voz propia. Yo escribo siempre sobre lo mismo, más o menos. Siempre hay un poco de nostalgia, pero sobre todo, quería escribir sobre el Joaquín Reyes que tiene 46 años, que no es el mismo que cuando tenía 26.

¿Ha envejecido bien la persona y el humorista?

Yo creo que sí. Al fin y al cabo sigo teniendo las mismas ganas de hacer comedia que cuando era un veintiañero, verla y hacerla. Me siento muy afortunado de dedicarme a esto, de hacer reir a la gente y que se divierta, y mi motivación sigue siendo la misma. Es una cuestión de ilusión, al igual que en otros campos creativos. Y si llega un momento en el que no te emocionas con lo que haces, mejor que lo dejes.

Se cumplen dos décadas desde que se descubriera como monologuista en televisión, antes de que marcara territorio e hiciera marca con proyectos como La Hora Chanante, Muchachada Nui o Museo Coconut . ¿Cuánto queda de la era chanante en el Joaquín Reyes en la actualidad? ¿Si le pido que valore éstas dos décadas, cuando comenzó como diletante del humor, y cómo ha ido su suerte profesional, que diría?

Sinceramente, me sigo reconociendo en el mismo Joaquín Reyes que empezó, continúo asumiendo riesgos y muy contento con lo que hago, quiero desarrollar mi ideas, sigo trabajando con la gente, con Ernesto [Sevilla] e incluso no creo que seamos muy diferentes. Al fin y al cabo lo que a mí me emociona es desarrollar nuestros proyectos e ideas, y no creo que sea muy diferente. He tenido mucha suerte y han contado conmigo para hacer películas, series... Y soy muy afortunado y mi esperan za es seguir haciéndolo. Me gustaría hacer una película con Ernesto, una serie, y continuar con lo que hemos hecho siempre. Y hay que contar con la gente que ha apostado por nosotros durante todo este tiempo. La Hora Chanante, por ejemplo, se pudo hacer porque apostaron y nos dejaron trabajar con libertad.

¿Estaba en el momento adecuado en el sitio adecuado?

Viéndolo en perspectiva, La Hora Chanante fue un programa muy original y de mucho riesgo, y para el que tuvimos la confianza de la gente de Paramount. Y no es fácil, y ahora mismo esto no se hace en televisión.

En Canarias el humor se cotiza al alza en los últimos tiempos, con una notable proyección nacional gracias al verbo de Kike Pérez, David Sainz, Aaron Gómez o Ignatius, que es un caso aparte. ¿Qué le parece?

Claro, es como una invasión silenciosa de los cómicos canarios. Antes solo teníamos a Ignatius, pero ahora mismo hay muchísimos cómicos canarios en Madrid, y ¡ojo que no hay quien los eche!

Le tengo que felicitar por el sketch de Greta Thunberg para El Intermedio , "la sueca más famosa después de Pippi". ¿Necesita el planeta nuevos héroes, o son argumento noble para el humor? ¿De todos los personajes que ha interpretado, a quién le tiene más cariño y por qué?

Bueno, estas parodias manchegas fueron algo que llevo haciéndolas hace veinte años y me parece un milagro que las siga haciendo y que me las sigan encargando por parte de El Intermedio, habiendo imitadores tan buenos en las voces y en todo. Hay que resaltar que los ma- quillajes son muy sofisticados y ahí está Nacho Díaz, que ha ganado un Goya por la película de Amenabar [ Mientras dure la guerra], y venimos trabajando juntos desde 2002. Y hay una conjunción de elementos que hace que esto guste y sea tan atractivo para la gente. Entonces, ves la parodia de Greta Thunberg con un maquillaje muy bueno, y luego están las otras parodias que yo hago. Y de los personajes, Hulk Hogan, por ejemplo, pero al final como los hago todos iguales... [risas].

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