Vithas Canarias ha recordado que la obesidad y el sobrepeso, dos patologías que se han triplicado en todo el mundo en las últimas cuatro décadas de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), incrementa el riesgo de complicaciones durante el embarazo, el parto y el puerperio.

Así lo ha informado el grupo sanitario en un comunicado en el que agrega que ambas enfermedades aumentan el riesgo de aparición de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y de síndrome metabólico, además de otros inconvenientes como una mayor probabilidad de abortos, fetos grandes o partos prematuros.

En este sentido, la doctora Carla Mendoza, especialista del servicio de Obstetricia y Ginecología de Vithas Las Palmas, ha comentado que "cuando una paciente presenta obesidad o sobrepeso y desea quedarse embarazada debe tener presente las complicaciones que puede conllevar, tanto para la madre como para el feto".

"Durante la gestación --continuó-- pueden aparecer diabetes gestacional, trastornos hipertensivos, un mayor riesgo de macrosomía fetal, así como un incremento en el tiempo de dilatación, hemorragias durante el parto, además de algún problema anestésico o mala cicatrización de la herida quirúrgica en el caso de cesárea".

Por eso, matizó aquí que en los casos donde la paciente presenta obesidad mórbida, "es recomendable que se evite el embarazo hasta que exista un control adecuado del peso".

CONTROL DEL PESO DURANTE EL EMBARAZO

Debido a las múltiples complicaciones que pueden aparecer en un embarazo, asociadas a la obesidad, es importante llevar a cabo un adecuado control del peso previo al embarazo y también durante la gestación.

"Recomendamos a todas las mujeres que padecen sobrepeso que, antes de quedarse embarazadas, tengan unas pautas de vida saludable como una alimentación rica y equilibrada. También es importante la práctica ejercicio físico de intensidad moderada --al menos 20-30 minutos al día--, si no existe ninguna contraindicación", expuso la doctora.

Mendoza insistió en que "la evidencia científica ha demostrado que ganar un peso excesivo durante la gestación se asocia a peores resultados perinatales, tales como distrés respiratorio en el recién nacido o aumento en la tasa de obesidad infantil. Además, puede dificultar una adecuada atención médica debido a una mayor limitación diagnóstica en la ecografía".

Por último, la ginecóloga de Vithas Las Palmas observó que "desde diversas asociaciones médicas recomiendan que, cuando la embarazada tiene bajo peso, no gane más de 18 kilogramos durante este periodo".

Si presenta normopeso, esto es, un Índice de Masa Corporal (IMC) entre 18,5-24,9, lo adecuado es que la ganancia de peso ronde entre los 11,5-15 kilos mientras que, en los casos de sobrepreso (IMC 25-29,9) y obesidad (IMC =30), lo recomendable es que las gestantes no superen entre los 7 y 9 kilos durante la gestación, respectivamente.