Colegio Oficial de la Psicología de Las Palmas, el edadismo y el bienestar de las Personas de Edad

Si empezamos a respetar y a cambiar la concepción del adulto mayor estamos contribuyendo a construir nuestro futuro

Nena del Rosario Armas conversa con una residente del Centro Sociosanitario Queen Victoria durante una actividad organizada con el COP Las Palmas.

Nena del Rosario Armas conversa con una residente del Centro Sociosanitario Queen Victoria durante una actividad organizada con el COP Las Palmas. / La Provincia

El Colegio Oficial de la Psicología de Las Palmas, a través del Grupo de Trabajo de Psicogerontología del Área de Intervención Social, quiere hacer visible en este Día Internacional de las Personas de Edad el edadismo, por considerar que es un problema de justicia social, al que hay que dar respuesta, y teniendo en cuenta que estamos en una sociedad con un gran número de personas mayores.

Comencemos definiendo el edadismo, según la Organización Mundial de la Salud, como “la discriminación por motivos de edad que abarca los estereotipos y la discriminación contra personas o grupos de personas debido a su edad. Estas se pueden manifestar de diferentes maneras, como actitudes prejuiciosas, prácticas discriminatorias políticas e institucionales que perpetúan estas creencias estereotipadas”. 

Las personas adultas mayores eran una parte integrada en la comunidad con una consideración de importantes agentes transmisores de tradiciones, de valores, de conocimientos, como figuras de respeto y respetadas, confiriéndoles un estatus tanto en la sociedad como en la familia. Esta visión ha ido cambiando de manera paulatina y en la actualidad se valora esta etapa de la vida como un proceso que da temor, al que se le aprecia de manera negativa y peyorativa. Parece que las personas mayores son una ‘carga’ en muchos sentidos, como económicos, de cuidados, de tiempo, etc.

El proceso de envejecimiento es normal en el ser humano, ¿por qué excluir, discriminar y estigmatizar una etapa a la que podemos llegar todos? ¿Qué haremos entonces en ese momento, cuando sea nuestra propia realidad? Probablemente, si empezamos a respetar y a cambiar la concepción del adulto mayor estamos contribuyendo a construir nuestro futuro y el de las demás personas, para vivir esa etapa con garantía y con dignidad.

Una de las consecuencias del edadismo es que las personas mayores tienden a tener una imagen negativa y a comportarse de acuerdo con esta imagen, afectando a su participación en la esfera social, familiar y laboral de manera inadecuada e influyendo en su bienestar psicológico. Parece una etapa más destinada al ocio y al tiempo libre que a la productividad que se pueda tener como ciudadano con derecho integrante de una comunidad, con una gran cantidad de conocimiento acumulado del que se puede beneficiar la sociedad y hará que el adulto mayor sea más proactivo, esté más motivado, tenga un propósito en la vida, tenga sensación de utilidad y se encuentre más feliz.

La educación y la información, las campañas de sensibilización y de promoción son fundamentales.

La educación y la información, las campañas de sensibilización y de promoción son fundamentales. / La Provincia

Las políticas, las prácticas institucionales y los medios de comunicación contribuyen a perpetuar estos estereotipos en pro de las personas más jóvenes. Un ejemplo muy clarificador es como conseguir empleo con edades determinadas en la actualidad. Restaurar la imagen de las personas mayores haciendo un ajuste real de esta etapa parece fundamental para evitar esta discriminación por razones de edad. Principalmente cuando hoy en día las personas mayores están más preparadas, tienen mayores posibilidades de seguir aportando a la sociedad, hay más conciencia del autocuidado y del envejecer de forma más activa. Y a esto también hay que darle visibilidad. “Las personas mayores son un recurso estupendo para la familia, la sociedad y la fuerza de trabajo formal o informal. Poseen un gran acervo de conocimientos y pueden ayudarnos a no repetir los errores”, indica la OMS.

La educación y la información sobre el proceso de envejecimiento, las campañas de sensibilización y de promoción de una imagen positiva de las personas mayores, los proyectos de relaciones intergeneracionales… Todo ello contribuye a cambiar los estereotipos y prejuicios y a tener más calidad de vida. Valorar la etapa de la vejez es fijar un pilar central en nuestra sociedad.

Desde este grupo de trabajo de Psicogerontología se están realizando acciones que van en este sentido. Una de ellas se concretará en unas Jornadas de Psicología y Envejecimiento el próximo noviembre, donde se tratarán temas tan importantes como el suicidio y el maltrato en personas mayores, los proyectos intergeneracionales, la soledad no deseada, etc.

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