OBESIDAD

Alerta en Europa por botulismo en pacientes sometidos a cirugía bariátrica: síntomas y tratamiento

Los expertos vuelven a insistir sobre los graves riesgos que tiene para la salud el turismo sanitario

¿Qué es el botulismo?

¿Qué es el botulismo?

Hace unos días el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) advertía de la aparición en Turquía un gran número de casos de botulismo. Esta intoxicación, que normalmente se produce a causa de la ingesta de alimentos contaminados, en este caso se presentaba en pacientes que había sometidos a un tratamiento contra la obesidad consistente en una endoscopia bariátrica y la administración de toxina botulínica. 

Pero ¿qué es el botulismo? Como explican desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) se trata de una intoxicación causada generalmente por la ingesta alimentos contaminados por Clostridium botulinum, un “microorganismo que produce esporas termorresistentes, ampliamente difundidas en el medio ambiente, que en ausencia de oxígeno germinan, crecen y excretan toxinas”. 

Los alimentos más susceptibles de tener toxinas botulínicas son las conservas caseras, porque las industriales están sometidas a procedimientos reglados y muy controlados.  

Hablamos de una enfermedad grave, incluso mortal en algunas ocasiones, pero que no se transmite de persona a persona.

¿Cuáles son los síntomas del botulismo?

Las toxinas que desprende el Clostridium botulinum son neurotóxicas, es decir, afectan fundamentalmente al sistema nervioso, produciendo su parálisis. 

Los síntomas de la intoxicación comienzan con: 

  • Fatiga intensa.
  • Debilidad.
  • Vértigos.
  • Visión borrosa.
  • Sequedad de boca.
  • Dificultad para tragar y hablar. 
  • Vómitos.
  • Diarrea.
  • Estreñimiento. 
  • Inflamación abdominal.

Desde la AESAN advierten de la gravedad de esta patología porque las neurotoxinas pueden “dar lugar a debilidad en el cuello y los brazos, y afectar posteriormente los músculos respiratorios y los músculos de la parte inferior del cuerpo”.

Los primeros signos de la intoxicación comienzan a manifestarse entre 12 y 36 horas después de tomar el alimento contaminado. 

Aunque no se trata de un intoxicación frecuente, lo cierte es que sin un diagnóstico precoz y tratamiento inmediato con antitoxina botulínica, el botulismo puede ser mortal en el “5 a 10% de los casos”, según la AESAN.

Los alimentos más susceptibles de tener toxinas botulínicas son las conservas caseras.

Los alimentos más susceptibles de tener toxinas botulínicas son las conservas caseras.

¿Qué es lo que ha ocurrido en Turquía?

Como hemos visto, la principal vía de entrada de la bacteria que provoca el botulismo son los alimentos contaminados, pero no es la única. Hay otra vía de entrada a través de la administración de la toxina botulínica, el famoso botox. 

En concreto, “la toxina botulínica tipo A produce una parálisis muscular local y se utiliza para el tratamiento de diversas patologías secundarias a la contracción muscular excesiva, como algunos tipos de cefalea, el blefaroespasmo, la distonía muscular, el cardioespasmo de la acalasia e, incluso, para relajar la musculatura facial y eliminar arrugas, explica el doctor Josep Merlo Mas, como coordinador del grupo de trabajo multidisciplinar de Endoscopia Bariátrica y Metabólica de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO).

Pero el especialista añade que esta sustancia se puede utilizar también “en casos debidamente seleccionados de pacientes con preobesidad y obesidad, como tratamiento temporal, por su efecto sobre la motilidad gástrica, retrasando el vaciamiento gástrico y produciendo saciedad precoz, con lo que se facilita seguir unos hábitos alimentarios saludables y conseguir una pérdida del exceso de peso.

Según estudios publicados, esta técnica endoscópica es generalmente bien tolerada y segura, aunque su efecto es limitado y temporal, con una duración de hasta unos 6 meses”, por lo que no es uno de los mejores tratamientos para la obesidad. 

Y este tipo de intervención es la que se realizó en Turquía a los pacientes afectados de botulismo. 

Entonces ¿qué ha ocurrido? Pues desde la SEED señalan la mala praxis como la causa de las graves intoxicaciones. La “mala praxis médica que pudieran ser causa de las complicaciones presentadas por estos pacientes, como la calidad de la toxina botulínica tipo A, las dosis totales administradas, la localización de las inyecciones y la profundidad a nivel de la capa muscular en la que se realizan, y si ha podido producirse alguna inyección intravascular”.

Las toxinas botulínicas tienen numerosas aplicaciones terapéuticas.

Las toxinas botulínicas tienen numerosas aplicaciones terapéuticas.

El problema del turismo sanitario

Del alrededor de 67 afectados por la intoxicación originada por este tipo de cirugía bariátrica, 14 habían viajado a Turquía desde otros países de Europa (Alemania, Austria o Suiza), para realizarse esta operación. Esto pone otra vez sobre el tapete el problema de la creciente tendencia del turismo sanitario para intervenciones de cirugía de la obesidad.

Y es que los especialistas en obesidad y nutrición advierten de como en el último año se ha generalizado en las Unidades de Obesidad la llegada de pacientes que consultan tras haber sido operados de obesidad grave en el extranjero, especialmente en Turquía. 

Los principales motivos que están detrás de este turismo sanitario son “la inasumible lista de espera para la cirugía bariátrica que existe en la mayoría de los hospitales públicos en España” y los motivos económicos. Y es que, “someterse a este tipo de cirugía en un país como Turquía es prácticamente 3 veces más económico que en España”, señalan los especialistas en obesidad. 

A pesar de ello, tanto la SEEDO, como la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO) recuerdan las razones por las que este tipo de intervenciones debe realizarse por especialistas avalados:

  • La obesidad y las patologías asociadas pueden suponer un alto riesgo quirúrgico, que debe ser minimizado tras la evaluación previa por un equipo médico-quirúrgico multidisciplinar. 
  • La cirugía bariátrica es un conjunto de procedimientos complejos no exentos de complicaciones y mortalidad. La formación especializada y la acreditación de centros y equipos consigue mejorar estos resultados y reducir los riesgos de forma significativa. 
  • La cirugía bariátrica provoca modificaciones en el tracto gastrointestinal que van a persistir durante la vida, y que, por tanto, precisa de suplementación de vitaminas y minerales específicos, así como de un seguimiento de por vida por un equipo multidisciplinar que conozca la cirugía realizada y el tipo de seguimiento adecuado en cada caso.
  • Es fundamental que el equipo médico-quirúrgico, junto con el apoyo de Atención Primaria, efectúe un seguimiento del paciente tras la cirugía durante toda la vida

“De esta forma, se desaconseja firmemente el turismo sanitario, y específicamente el relacionado con la cirugía de la obesidad, con el objetivo final de salvaguardar la salud de las personas y evitar complicaciones”, concluyen los expertos.