Javier Morán, socio director de Food Cosulting&Associates y profesor de Nutrición y Biotecnología de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, habló ayer sobre Innovación en alimentación y Biotecnología en la jornada organizada por Clubican y la Aciisi.

- ¿Cuáles son los principales retos de la biotecnología en la industria alimentaria?

- Se trabaja mucho en probióticos, esas bacterias que ayudan a aumentar nuestras defensas y a reducir factores de riesgo como el colesterol, pero también la biotecnología se está utilizando para otro tipo de ingredientes con vistas a mejorar la digestibilidad y a reducir los riesgos de enfermedad.

- ¿De qué productos estamos hablando?

- Cada vez se están descubriendo más grasas que tienen relación reconocida con la salud. Se está apostando por grasas poliinsaturada, con una relación clara con antioxidantes, porque el problema de estas grasas, sobre todo el Omega 3, es que se oxidan rápidamente. Estamos hablando de productos que contienen Omega 3 y DHA, que es uno de los Omega 3 más interesantes a nivel de desarrollo mental y cerebral, sobre todo en niños.

- ¿La industria alimenticia apuesta por estos estudios?

- Sí, el único problema es que a veces el consumidor no es capaz de valorar suficientemente los beneficios en relación con el sobreprecio que este tipo de productos tiene. Ahí es donde entra en juego el marketing y otras cosas que tienen más que ver en la comercialización que con la propia investigación.

- Parece que lo sano siempre es más caro, ¿esto puede cambiar en algún momento?

- No se trata de que sea caro, pero si queremos lanzar al mercado productos seguros y eficaces tiene que haber detrás una investigación clara que cuesta dinero. Todo lo que ahorremos en investigación lo estamos pagando en incertidumbre sobre seguridad o eficacia. El consumidor tiene que darse cuenta de que ese extra que paga al inicio de la introducción de un producto nuevo paga la investigación que lo ha generado, pero con el tiempo se abarata.