No será un papel periférico, sino central, el que tendrá Canarias en el diseño, en curso, del nuevo hotel inteligente español. El llamado proyecto Thofu es un prototipo que pretende darle la vuelta a la actual estandarización del turismo para hacer de éste la experiencia de cada uno. No en vano la empresa isleña Inerza capitaneará la conexión interna de toda la red de alta tecnología que constituye el corazón de la propuesta hotelera del futuro. Se ocupará, de hecho, del régimen de comunicaciones entre dispositivos tecnológicos, sensores y programas informativos y sistemas de software del hotel que estén procesando las informaciones de los huéspedes.

En colaboración con el Instituto Universitario para el Desarrollo Tecnológico (Idetic) de la Universidad grancanaria y el propio Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), Inerza manejará en ese capítulo estratégico un millón de los veintitrés que están asignados al proyecto Thofu. No es, obviamente, un millón cualquiera, se trata del dispositivo que permitirá que el gran despliegue de tecnologías de alta gama puestas a disposición del cliente, para que éste pueda convertir su habitación en una sabana africana virtual, hacerse un chequeo médico de urgencia, poder seguir las cotizaciones en bolsa en el espejo del baño mientras se afeita, utilizar el Visual Life Comunication (VLC), un sistema que transmite imágenes -sus películas favoritas, por ejemplo- a través de haces de luz, sin conexión a Internet ni ondas electromagnéticas o cualquier efecto de orden sensorial que desee sentir el huésped a cierta hora, funcione.

Añadir valor

Lo que el hotel inteligente español básicamente hace es, en términos económicos, añadir valor mediante aplicaciones tecnológicas a un sector de actividad, el turístico, tradicionalmente caracterizado por su escaso valor añadido, su carácter intensivo e inestable en mano de obra poco cualificada, es decir, lo propio de lo que, elevado a carácter general, representa una economía poco desarrollada. En este sentido, a juicio del consejero delegado de Inerza, Germán Suárez, el recorrido para la generación de valor añadido al turismo es muy amplio y, a modo de ejemplo sencillo y relativamente primario, del SPA del Hotel Gloria Palace de San Agustín (Gran Canaria), "que ya entonces era una zona turística degradada". Pues bien, "pocos grancanarios no fueron a ese SPA, que fue el pionero, y en pocos años, además, acabó convertido en un estándar del mercado: no había hotel & resort que no lo tuviera, era impensable no tenerlo".

Aplicaciones específicas

En ese sentido, al objeto de que las llamadas instalaciones turísticas inteligentes alcancen cuanto antes esa condición de estándares de mercado, Inerza busca que Canarias sea pionera en poner en marcha aplicaciones específicas para lo cual cuenta ya con la cadena hotelera Lopesan y dos apartoteles -fiel reflejo de buena parte de la planta alojativa grancanaria-: Cohala Garden y AnaMar Suites. "Podrán beneficiarse de proyectos demostradores e influir en ciertas aplicaciones a un precio subvencionado, además, para meterlas en el mercado. Y de paso nos orientan como nadie en demandas reales".