La multinacional estadounidense Johnson & Johnson ha mostrado su interés por comprar una membrana patentada por dos alumnos de Medicina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para catéteres y sondas con el fin de evitar la salida incontrolada de sangre y fluidos en la utilización de sondas, catéteres y otros dispositivos médicos y veterinarios.

Este innovador invento, que obtuvo el primer premio en el concurso IDEAS Emprende de la ULPGC, supone una solución sencilla, económica y eficaz a un problema muy común en la práctica sanitaria, ya que evita el reflujo sanguíneo o de otros fluidos cuando se retira un catéter o una sonda y minimiza el riesgo de contagio.

La idea de crear esta membrana, bautizada como Medical CorPen (primera sílaba del apellido de sus autores Cornejo y Penichet), surgió mientras Antonio Cornejo, que es enfermero, estaba atendiendo a una paciente en la Unidad de Críticos del Hospital Negrín. "Estaba canalizando la vía venosa periférica a una señora que era bastante obesa y cuando saqué la aguja, la señora empezó a convulsionar y manchó todo de sangre, incluido a mí. Entonces pensé si no habría nada inventado para, a la hora de sacar la aguja, evitar que saliera la sangre y así evitar incluso el contagio en pacientes con enfermedades infecciosas".

Cornejo comentó el suceso en la Facultad de Medicina a su compañero Alberto Penichet y ambos iniciaron una búsqueda de bibliografía para ver si existía algún dispositivo que evitara el reflujo, pero comprobaron que no había nada al respecto.

A partir de ahí idearon el dispositivo que, curiosamente fue presentado al profesor de Anatomía Francisco Ortega con el único objetivo de mejorar el expediente académico. "Recuerdo la cara que nos puso cuando le contamos la idea, dijo que teníamos entre manos algo grande, que pensáramos en la cantidad de miles de millones de catéteres que se consumen anualmente en el mundo, y ahí fue cuando ya empezamos a investigar a fondo materiales, tipos de membranas... y vimos que no sólo eran para catéter, también para todo tipo de sondas, epidurales...", indicaron.

Ante las posibilidades que se abrían, ambos decidieron patentar la idea, viajaron a Madrid y hablaron con Carlos Velasco, ingeniero jefe de patentes Biomédicas de la Oficina Española de Patentes, "quien nos comentó que no había visto un invento tan simple y prometedor desde el chupa chups".

Curiosamente, el producto fue patentado primero en Alemania, en 2010, dado que el proceso de patentes es más sencillo en el país germano; y este año han obtenido finalmente la patente española. Ahora sólo precisan de un socio que fabrique y lance el producto al mercado.

Johnson & Johnson se reunió con ellos hace tres meses, les confirmó su interés por comprar el invento y les instó a desarrollar el producto. "Nos dijeron que estaban dispuestos a comprarlo, pero una vez que tengamos el producto en la mano", apuntaron los alumnos de Medicina. También empresarios canarios como Astican o Clínica San Roque o Lopesan han mostrado interés.

El producto también será presentado en la Feria ExpoCiencia, que arranca el próximo día 26 en Tuluá (Colombia). Penichet y Cornejo viajarán con la vicerrectora de Relaciones Internacionales e Institucionales de la ULPGC Rosario Berriel.