El fenómeno sísmico-volcánico en la isla de El Hierro entra en una fase de estabilidad a los dos meses de haberse producido la erupción submarina. La disminución de los temblores, especialmente en la jornada del pasado sábado, único día desde el pasado 17 de julio en que no se registró sismo alguno, junto a un descenso en la intensidad del tremor, y el que no haya vuelto a aparecer material magmático en forma de piroclastos en el Mar de las Calmas, son indicativos que a juicio de María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, certifican que "estamos ante un fenómeno muy estable del que podríamos decir que permanece activo a efectos de registro instrumental".

Ayer domingo, la situación no experimentó variaciones significativas, salvo un temblor de magnitud 1,9 grados registrado sobre las 2.00 de la madrugada a 18 kilómetros de profundidad y en el noroeste de Frontera. La jornada dominical mantuvo inactivo el sismógrafo, al menos hasta las 20.00 horas. "Hay que esperar a ver cómo evoluciona", puntualiza la responsable del IGN, si bien "hay que tener en cuenta que esta erupción no tiene ahora mismo manifestaciones en superficie, no existe sismicidad y el tremor sigue bajando".

Según datos del IGN confirmados al Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico (Pevolca), durante el fin de semana y especialmente el sábado, "el nivel de tremor mantuvo pulsos de intensidad variable, cada 5-10 minutos en los ratos más activos, con frecuencias discretas contenidas entre 1 y 14 Hz y una duración media de los mismos en torno a los dos minutos". Ayer, la gráfica del tremor ofrecía una lectura similar a la del sábado, si bien desde el Pevolca no se tomó decisión alguna ante una posible reactivación del fenómeno, que finalmente no se produjo.

En cuanto a la deformación del terreno, el Pevolca informó ayer que "las estaciones de control mostraron el mismo patrón de los últimos días, siguiendo las mismas tendencias de estabilidad o deflación en la componente vertical y estabilidad en las horizontales". A juicio de María José Blanco, "las deformaciones tienen un comportamiento que indican un fenómeno en curso", sin que ello suponga el riesgo de actividad inminente.

Desde el pasado lunes no han vuelto a aparecer piroclastos en superficie en la zona de exclusión marítima, único espacio de la isla que mantiene la alerta con semáforo rojo por riesgo volcánico. A este respecto, el IGN informó que "se apreció claramente una mancha de color verde, con una cabecera de color marrón", a la vez que "se observó burbujeo" durante el sábado sin que fuera visible "material en la zona de emisión".

Informes científicos

Por otra parte, el comité director del Pevolca espera disponer esta semana de los respectivos informes científicos de los buques oceanográficos Ramón Margalef y Sarmiento de Gamboa. Los últimos datos sobre lo que está ocurriendo en los fondos marinos de La Restinga fueron hechos públicos la pasada semana por el Pevolca, y fruto del concurso de las dos embarcaciones. Así, el IGN confirmó que según el Ramón Margalef el cono volcánico se había desdoblado formando tres conos adosados y próximos, y que se localizan a una profundidad entre los 160 y 180 metros. Las emisiones de magma no habían cesado en la ladera norte del edificio volcánico, depositándose en profundidad hacia los 1.700 y 2.000 metros.