Aspirar a cargos de dirección en una empresa puede ser una tarea difícil o casi imposible para la mayoría de las mujeres trabajadoras que tienen intención de promocionarse, a pesar de que varios estudios demuestran que la igualdad de género en los puestos superiores contribuye a un mayor rendimiento empresarial y la obtención de beneficios económicos, según plantea la Comisión Europea.

Además de los sacrificios personales, relacionados en su mayoría con la maternidad, las mujeres que desean subir de escalafón se enfrentan a un "techo de cristal" o "suelo pegajoso", es decir, la "discriminación invisible" que frena sus avances profesionales, expone la responsable de Mujer de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, Elena Suárez.

La directora de Viajes Turismat Sol, Bárbara Abraham, reconoce que abandonó su anterior trabajo porque le dijeron que no iba a ser gerente "por ser mujer". De ahí que afirma que "la discriminación sexual sigue muy patente en las empresas". A sus 37 años, señala que ha encontrado "muchos frenos" para convocar reuniones de negocios con otros colegas del ámbito turístico porque la "ven como una niña".

La gerente de la constructora Verde Suárez, Deborah Verde, explica que cuando llegó a este sector hace unos 13 años éste "era muy machista" y costaba "más hacerse respetar", aunque aún no debe "bajar la guardia". Tiene a su cargo unos 60 trabajadores, entre los que hay sólo cinco mujeres, que son administrativas y el resto son obreros.

"Dirigir a hombres para una mujer es mucho más complicado", apunta la directora de Montelongo Asesores, Ana Montelongo, que lidera una empresa con más de 40 años de trayectoria y cuyo equipo está integrado sobre todo por mujeres.

En su opinión, la ventaja de una empresaria es su "multifuncionalidad, mientras que el hombre es monotarea". "Ser mujer condiciona porque te tienes que ganar mucho más la confianza del cliente. En mi caso es más complicado porque soy rubia", añade.

La presidenta del Grupo Banchio, África Marrero, broker de pescado congelado, defendió la "mano izquierda" de las ejecutivas en situaciones complejas.