Werner Arber sostuvo ayer que los ingenieros genéticos "imitan" lo que realiza la naturaleza constantemente para mantener la biodiversidad en la Tierra. "No hay diferencia entre lo que hace la madre naturaleza y lo que hacen las técnicas genéticas cuando se cruzan, por ejemplo, las razas", manifestó. "La madre naturaleza ha aprendido a evolucionar en los seres vivos y es la fuente de la biodiversidad que tanto apreciamos".

El suizo recibió el Premio Nobel de Medicina en 1978, junto a Daniel Nathans y Hamilton O. Smith, por su descubrimiento de las enzimas de restricción y su aplicación en la genética molecular. Desde su amplio conocimiento sobre la evolución molecular, el suizo defendió ayer la modificación genética de los alimentos, especialmente, la dirigida a las zonas menos desarrolladas del planeta y por tanto donde más dificultades existen a la hora de alimentar a sus habitantes.

"Un 15% de la población mundial padece malnutrición. Si logramos llevar un cierto número de información genética a una o dos plantas, significaría una dieta diaria y rica. La biotecnología tendría un futuro de aquí a una o dos generaciones. Ahí es a donde yo creo que se dirige el futuro de las ciencias médicas", expuso el microbiólogo que no comparte la idea de que determinadas modificaciones genéticas tengan efectos negativos, como sostienen algunas voces discrepantes.

Insistió en que "debemos dar gracias a la potencia de la madre naturaleza que regulará siempre la biodiversidad". Aunque matizó que la biodiversidad que va creando no es la misma que se ha perdido con el paso del tiempo, por lo que es muy importante ser cuidadosos con su protección.

"No hablamos del mismo patrón de tiempo. Lo que se ha perdido en cien años, tarda varias eras en crearse", recordó ayer el experto dentro de las charlas enmarcadas en Nobel Forum, un encuentro que durante dos días reunió a varios Premios Nobel en la ULPGC.

Werner Arber recordó que ya es posible producir insulina humana. "Ya es posible transmitir el gen apropiado mediante biotecnología. Es uno de los ejemplos que ahora tenemos y hay que seguir adelante", dijo ante varios centenares de alumnos del Ciencias de la Salud.

Para el microbiólogo es importante tener en cuenta que todas las formas en la que los ingenieros genéticos usan genes actualmente estaban presentes con anterioridad en la naturaleza. "Por el momento, nadie ha creado un gen nuevo", manifestó. También recalcó que la agricultura tal y como la conocemos hoy no es tan diferente de la biotecnología con el cultivo de grandes extensiones con la misma planta.

El suizo no dejó de admirar una y otra vez la función de la madre naturaleza a la que calificó de "tremendamente inventiva". También alabó enormemente el trabajo de Charles Darwin. "Seguimos teniendo sólo hipótesis. ¿Cómo llegaron los primeros seres vivos a la Tierra? No se sabe cómo ocurrió, no hay una prueba experimental sólo hipótesis. Aunque podemos decir a día de hoy que Darwin tenía razón. Los seres vivos tienen orígenes comunes", expuso hacia el final de su conferencia. "Es maravilloso que la selección natural determine si algo es bueno o no. Si se deja o simplemente se olvida", finalizó el experto su ponencia de ayer.