Un meteoroide o trozo de piedra del espacio, del tamaño de un balón de fútbol, iluminó durante dos o tres segundos el cielo de Canarias con un destello de luz blanca muy brillante. El fenómeno se produjo sobre las 22.35 horas del domingo, entre Tenerife y Madeira, aunque se pudo ver en todas las Islas.

Así lo explicó ayer el investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Javier Licandro tras analizar los numerosos testimonios de las personas que observaron dicho evento. "Lo que se observó fue un bólido muy brillante, un supebólido, que ingresó en la atmósfera terrestre de forma bastante vertical y generó ese brillo espectacular que se pudo observar, incluso hay un testimonio muy fiable de un aficionado acostumbrado a observar el cielo, que indica que se pudo escuchar al final un sonido sordo, como una explosión sorda que es bastante típica de estos eventos", apuntó el científico.

Licandro describe dicho fenómeno como un trozo de una piedra del espacio, "un meteoroide del tamaño de un balón de fútbol o de ese orden, que entró a gran velocidad en la atmósfera, a una velocidad supersónica. Eso genera una fricción muy fuerte con la atmósfera, un frente de choque que hace que se caliente y explote en pequeños trozos incandescentes, que también se vieron, como un chisporroteo alrededor del evento".

El hecho de que durara apenas dos o tres segundos, según explicó el investigador del IAC, obedece a que "entró de manera vertical", por lo que también deduce que dicho meteoroide se haya destruido completamente en la atmósfera. "Por eso hay que aclarar que no se trató de un meteorito dado que éste sería el trozo que cae y que podríamos recoger en la tierra. Evidentemente no hemos recogido ningún trozo y de haber caído algo, lo hubiera hecho en el mar".

Licandro indicó que los bólidos son un fenómeno muy común, dado que la Tierra recoge toneladas de material del espacio todos los días. "Normalmente son granos de polvo, por eso se ven muchas estrellas fugaces con relativa facilidad, pero a veces entran trocitos más grandes y se genera una superestrella fugaz o bólidos", y aseguró que ayer, desde los observatorios del Roque de Los Muchachos y del Teide, se estaba intentando buscar algún registro del fenómeno ocurrido la noche del domingo.

Entre los testigos del bólido que se produjo entre Tenerife y La Palma, se encuentran los pilotos de cinco aviones en vuelo, que notificaron esa noche, desde posiciones diferentes y alejadas entre sí, que habían visto una luz brillante en el cielo unas 100 millas al noreste de Canarias, según informaron a Efe fuentes del Centro de Control del Tránsito Aéreo del Archipiélago.

Sin embargo, solo uno la identificó como lo que probablemente fue un bólido que se desintegró en la atmósfera, mientras que otro pensó que podía tratarse de una bengala de emergencia. Las comunicaciones de los pilotos al Centro de Control se produjeron entre las 22.20 y las 22.30 horas, el mismo intervalo de tiempo en el que el 112 de Canarias recibió desde Gran Canaria y Tenerife llamadas de testigos del mismo suceso.

En el aire, el resplandor fue observado desde las cabinas de cinco aviones en rutas diferentes, cuyos comandantes notificaron lo ocurrido dentro del protocolo que siguen cuando observan cualquier incidencia (mancha de combustible en el mar, columna de humo de un posible incendio, o una bengala de emergencia, entre otras).

Sus relatos coinciden en señalar que duró "varios segundos", en los que "se iluminó" el cielo. Sin embargo, solo uno se refirió a lo ocurrido como un bólido que se quemó en su entrada en la atmósfera, coincidiendo con la hipótesis del IAC.

La comunicación más explícita recogida por el Centro de Control de Tránsito Aéreo fue la de un vuelo en ruta a Argentina a unas 150 millas al norte de Canarias, casi sobre Madeira, cuyos pilotos vieron claramente que el objeto era luminoso, llevaba una trayectoria descendente y se apagó tras un potente destello.