George Clooney aseguró ayer, en su aparición en la Mostra, Venecia que Estados Unidos atraviesa su periodo de mayor ira y crispación y que le sobrevuela una "nube negra", pero dijo ser "positivo y optimista". "Creo en la juventud y en que superaremos esto", agregó. "La gente está cabreada, con ellos mismos, con hacia dónde va nuestro país y hacia dónde va el mundo", afirmó el actor en la presentación de Suburbicon, una comedia protagonizada por Matt Damon y Julianne Moore, que compite en Venecia y que tiene como trasfondo los enfrentamientos raciales habituales en su país de los años 50.

Y aunque Clooney aseguró que no quieren ser polémicos sino divertidos con esta comedia, reconoció que "la realidad" es que están "enfadados" y lo estaban mientras rodaban. Fue más claro uno de los productores del filme, Grant Heslov, que recordó que cuando empezaron a trabajar en este proyecto era el momento en el que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, "ya empezaba a hablar de construir muros" y, por esta razón, consideraron que "había que tomar una posición".

Por su parte, Clooney se ha mostrado en desacuerdo en numerosas ocasiones con el mandatario y aunque hoy no quiso hablar directamente de él, se mostró crítico cuando un periodista le preguntó si le gustaría sustituir a Trump. "Ahora mismo me gustaría que cualquiera fuera el presidente", afirmó tajante el actor. Fueron, además, las declaraciones de Trump durante la campaña presidencial las que le hicieron mirar hacia atrás, a la historia de su país, para darse cuenta de que los problemas raciales no habían desaparecido.

Suburbicon gustó mucho en Venecia y la pareja protagonista, Matt Damon y Julianne Moore, regaló varios cumplidos a su director. "Cuando miras el calibre de la atención que genera, el hecho de todo el mundo quiere trabajar con él, su equipo, te das cuenta de la cantidad de talento que tiene y atrae", afirmó Moore.

Mientras que Damon bromeó para explicar su excelente relación con Clooney: "He hecho siete u ocho películas con George y la clave está en que cuando te pide hacer algo, debes hacer lo contrario. Así siempre sabes exactamente lo que hacer y todo sale genial".

Con un guion de los hermanos Coen, cuyo estilo se nota mucho en la película, Clooney construye una historia que originalmente iba a situarse en los años 80 pero que se trasladó a los 50 para demostrar que el problema del racismo existía y existe. El actor y director situó a una loca familia en medio de la historia, para que contrastara aún más con la atención que provoca la mudanza de una familia afroamericana a un idílico vecindario habitado solo por gente de raza blanca. La narración avanza vertiginosamente al mismo ritmo que se descontrola el personaje de Gardner, el padre de esa no tan perfecta familia de blancos, al que interpreta Matt Damon.

"El loco de Matt Damon es gran parte de la diversión", reconoció Clooney, mientras que el productor Grant Heslov apostillaba: "Este personaje es lo más cercano al Matt Damon real que nunca hemos visto". Mientras que el actor no paraba de reír, aunque se controló para señalar que fue divertido interpretar a un personaje que no tenía nada que ver con lo que había hecho hasta ahora, lo que cumplió la promesa que le hizo Clooney al ofrecerle el papel.

"Tengo la apariencia de un americano medio y eso es divertido para los directores, que siempre buscan hacerme interpretar algo totalmente diferente", agregó.