"Estamos cargando nuestra batería/Y ahora estamos llenos de energía/Nosotros somos los robots". El grupo alemán Kraftwerk, como otros tantos visionarios del arte y la ciencia, abrazó el futuro hace varias décadas al poner en colisión la tecnología y los impulsos electrónicos con la cultura del pop. El hombre máquina, al que cantaban los germanos en 1978, es hoy en día una realidad a la vez que una amenaza, a juicio de los expertos. "No se lo que va a ocurrir, pero será bueno para la humanidad, seremos capaces de controlar aquello que creamos". Es la reflexión de Rafael Robaina, rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en el Club LA PROVINCIA en la apertura de las jornadas 2045: Hacia una era de las máquinas. Un encuentro de dos días que pone el foco en los ciborgs -organismos formados por elementos orgánicos y electrónicos- y Augmented Humans (humanos aumentados). Ante el vértigo tecnológico, y cómo el desarrollo de criaturas cibernéticas ponen en riesgo la vida humana en un futuro cercano, Rafael Robaina recomienda que "lo que hay que hacer, es darle un uso no perverso" a esta tecnología.

Favorecer el conocimiento y romper la brecha tecnológica en determinados sectores de la sociedad es el papel que juega la ULPGC en este contexto. Un rol que defendió igualmente anoche José Pablo Suárez, vicerrector de Investigación, Innovación y Transferencia de la ULPGC, en el acto inaugural. Según Suárez, la interacción hombre-máquina es una realidad, tal como se comprobó acto seguido con la implantación de un chip en directo. Fernando García, de la firma Overloadd insertó un chip en Juan Melo, que se convirtió en un humano aumentado. Un artilugio éste que sirve para abrir puertas y almacenar información, con una de diez años.

Este encuentro que organiza la ULPGC, el Club LA PROVINCIA, Gabinete Literario y las empresas The Future On y Overloadd, tiene como fundamento "abrir vías de debate para lo que está ocurriendo con lo que llamamos transhumanismo. Parecer ser que el ser humano se abocado a fusionarse con las máquinas para poder competir con lo que viene que es la inteligencia artificial a niveles muy avanzados", explica Pedro Mujica, tecnólogo humanista, que ayer habló las tecnologías que revolucionan la humanidad conocida.

En su opinión, "es muy probable que la tecnología pueda destruirnos", y que se cumpla el mensaje de Ray Kurzweil, director de ingeniería de Google, que "a partir de 2045 entramos en la singularidad, un punto de no retorno en el que no sabemos qué va a pasar, posiblemente nuestra desaparición". ¿Cuál es la estrategia de supervivencia? Para Pedro Mujica, la opción es "convertirnos en ciborgs, fusionarnos con máquinas, desarrollar un tipo de inteligencia artificial biológica que pueda hacer frente a la tecnológica".