Desde hace meses es prácticamente imposible probar bocado en el Gastrobar La Salamandra sin reservar mesa previamente. El local, que regenta el cocinero Ancor Sánchez, se ha convertido en todo un templo gastronómico en San Sebastián de La Gomera al que recalan tanto residentes como visitantes de la isla colombina. El establecimiento fue galardonado en la pasada edición de los premios de gastronomía Mahou- LA PROVINCIA-La Opinión como Mejor Tasca Gastrobar.

"Antes del premio teníamos bastante trabajo, pero este año estamos desbordados", afirma su propietario. Sánchez no puede asegurar que el recibimiento del galardón "haya motivado que vengan más personas", pero lo cierto es que el ritmo de trabajo ha aumentado en los últimos meses.

Para él recibir el premio a Mejor Tasca Gastrobar por La Salamandra fue toda una sorpresa. "En un primer momento no me lo creía", confiesa, debido a la gran cantidad de buenos profesionales que hay en las Islas. Sin embargo, "te acabas dando cuenta de que como ellos, que son amantes de la gastronomía como yo, has trabajado muchísimo y te dan un reconocimiento", valora. Y asegura que como cualquier galardón "es una motivación para continuar haciendo las cosas bien".

Sánchez asegura que el local recibe muchas visitas de turistas "que vienen informados de los lugares a los que quieren ir a comer" y también de visitantes eventuales que llegan a la Isla y tienen La Salamandra como punto de referencia para probar la gastronomía gomera en la capital.

Por eso, piensa que el premio ha tenido mayor reconocimiento fuera de La Gomera que en la propia Isla. "No he notado un incremento de clientes entre la población local, pero es que han venido desde que abrimos y continúan haciéndolo", argumenta.

El local, que se inauguró hace 11 años, se ubica en el número 16 de la calle Real en una casona del siglo XIX restaurada para acoger las instalaciones.

Sánchez explica que su cocina está muy basada en el producto, especialmente en el local. "Mi máxima es la frescura y apostar por el kilómetro cero, por lo que trabajamos con agricultores y ganaderos de la Isla", afirma. El cocinero asegura que practica la "cocina de mercado", por lo que suele acudir para ver qué le pueden ofrecer los productos del día "así que trabajamos mucho con sugerencias fuera de carta".

Sin embargo, lamenta que todavía hay limitaciones para conseguir ciertos productos "aunque cada vez más la gente se conciencia de que hay demanda y se va ampliando la oferta".

Para Sánchez trabajar en el sector de la gastronomía en una isla no capitalina tiene sus dificultades. "El mercado es más pequeño y tienes que ser bastante autodidacta en las nuevas técnicas de cocina", argumenta. Pero mantiene que en su local no faltan los procedimientos más vanguardista. Dobles cocciones, ahumados sutiles, cocción a baja temperatura y otras técnicas culinarias están presentes en las recetas que el chef presenta cada día en su tasca.

"Te comes bastante la cabeza para estar al día, pero hoy en día con internet es más fácil aprender", manifiesta el chef. Sin embargo, reconoce que se trata de un trabajo muy sacrificado y dedica casi todo su tiempo a su proyecto. "Trabajo de lunes a domingo", asegura.

El cocinero también ha abierto recientemente en la planta baja del local una heladería artesanal, en la que endulza el paladar de todos los que desean probar los nuevos sabores que idea para ella. Helado de queso fresco con dátiles caramelizados o con higo o fruta de temporada son solo algunas de las variedades que se pueden saborear. "La idea es diversificar un poco la oferta y poder utilizar alguno de los helados en la elaboración de los postres de la carta", explica.