Los familiares de un paciente ingresado en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín denunciaron esta semana ante la Fiscalía Provincial de Las Palmas el abandono de documentación sensible en el baño de su habitación al advertir una vulneración de la normativa vigente sobre protección de datos de carácter personal.

En concreto, José Antonio Torres Espino, de 49 años y vecino de la capital grancanaria, trasladó el pasado jueves al Ministerio Público el hallazgo a mitad de septiembre en una habitación de aislamiento de la unidad de medicina interna, ubicada en la sexta planta y ocupada por su suegro, de tres folios con la programación quirúrgica para una jornada del complejo público, documentos que incluyen información de los pacientes como datos personales, patologías, cirugías y "anotaciones puntuales" con pronósticos incluidos. Por ello, Torres Espino, maestro de la administración autonómica, solicitó en la Ciudad de la Justicia que "ordene la práctica de las diligencias de investigación oportunas y adecuadas a la naturaleza de los posibles delitos, a su gravedad y a la posible alarma social creada, designando un fiscal especial (...) hasta su conclusión, y, en su caso, ejercite las acciones penales, administrativas y del orden que estime oportunas contra todas aquellas personas que pudieran ser responsables de actividades delictivas en la cadena de errores cometidos por el personal del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín".

Desde el complejo sanitario de referencia para el norte grancanario declinaron valorar la denuncia tanto por carecer todavía de constancia oficial sobre su presentación y tramitación como, sobre todo y paradójicamente, por respetar las leyes sobre protección de datos. No obstante, desde el Doctor Negrín admitieron conocer el caso denunciado por Torres ya que tramitaron diversas reclamaciones e, incluso, mantuvieron una reunión personal, en la que un responsable hospitalario mostró su disposición para investigar los hechos y solicitó la colaboración del usuario mediante la entrega del material, sin resultado.

Efectivamente, Torres Espino conserva todavía los folios originales después de dirigirse el mismo día del hallazgo al control de enfermería de la planta "para que no se siguiera rompiendo la cadena de confidencialidad y de custodia de datos sensibles, por una clara y diáfana negligencia del personal del hospital". Según la denuncia ante la Fiscalía, "tras varios intentos de que me atendieran, nadie lo hizo, es más me ignoraron por completo y el personal se marchó del centro de control (...) se ve que las quejas al servicio del hospital de las condiciones en las que se encontraba la hospitalización de mi suegro habían calado y yo era persona non grata".

También figura en el escrito la visita realizada a finales de octubre por el denunciante y su esposa a la gerencia del hospital para conocer la evolución de anteriores denuncias, presentadas a mediados de septiembre, ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), el órgano homólogo de la Unión Europea, el Diputado del Común y la Oficina de Defensa de los Derechos de los Usuarios Sanitarios (Oddus). Tras reconocer "un hecho extremadamente grave" con "repercusiones legales importantes en cuanto a responsabilidades y sanciones", además de la solicitud de explicaciones recibida desde la AEPD, un responsable del servicio jurídico del Doctor Negrín pidió a la pareja la entrega de los documentos a cambio de "un recibí".

"Sinceramente, como funcionarios que somos, esto no es un procedimiento habitual (...) ni se rige por el procedimiento administrativo", argumentó José Antonio Torres en su denuncia, interpuesta tras consultar la vía idónea a un abogado del Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF). A su juicio, "no solo hay delitos de tipo de protección de datos, sino administrativos y penales. Y el hospital debe de asumir su responsabilidad de estos hechos tan graves".