La Policía Nacional detuvo a un total de quince menores de edad (de 14 a 16 años) acusados de acosar a dos hermanos (de 13 y 15 años), compañeros de un par de miembros del grupo en un instituto de Villaverde, informaron ayer fuentes de la Jefatura Superior.

Agentes de Villaverde detuvieron a los menores el pasado diciembre cuando el padre de los hermanos oyó gritos en el portal de su vivienda y alertó a la Policía de la agresión a sus hijos, que hasta ese momento no habían denunciado. Los arrestados fueron puestos posteriormente a disposición de la Fiscalía de Menores acusados de un presunto delito de acoso escolar o bullying.

Los agredidos llevaban un mes y medio sin acudir al instituto, según adelantó el diario El Mundo. Los presuntos acosadores grababan con sus móviles y difundían en diversas redes sociales las humillaciones y vejaciones a las que sometían a ambos hermanos.

Desde la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid anunciaron la apertura de un expediente de información reservada por parte de la Inspección Educativa para esclarecer el asunto, ya que el departamento autonómico "no tenía constancia de nada de lo que se está contando".

Fuera del centro

Precisamente, los primeros indicios recabados sobre el caso apuntan a que las vejaciones no ocurrieron dentro de las instalaciones educativas, las víctimas no acudieron al instituto cuando sufrieron los ataques y solo dos de los quince detenidos eran alumnos delmismo centro.

Además, la dirección del instituto aseguró desconocer estos acontecimientos y, por tanto, no activó el protocolo contra presunta acoso escolar. Las mismas fuentes detallaron que las supuestas víctimas no acudían al centro escolar en el momento de los hechos porque uno de ellos había sido expulsado como medida disciplinaria y otro tenía una "larga trayectoria" de falta de asistencia a las clases, "todas" justificadas pertinentemente por la familia.

Desde el Gobierno autonómico destacaron que continúan "trabajando para seguir disminuyendo los casos de acoso escolar en los centros educativos". Según los últimos datos disponibles, durante esta legislatura se ha reducido un 38% los casos de bullyng registrados en las aulas.

Cuando se detecta un caso en los centros educativos, el equipo directivo del colegio abre un protocolo de acoso escolar y da traslado a la Inspección Educativa, además de comunicar a la Consejería de Educación a través de la Dirección de Área Territorial. Durante 2016 se aprobó un plan de choque con numerosas medidas concretas, como la creación de una unidad especializada contra el bullyng para atender a los centros, la puesta en marcha de un test en línea para los alumnos que mide el clima de convivencia y los posibles casos de ataques o una nueva Guía contra el acoso escolar.