Una quincena de pacientes y otros tantos acompañantes se desplazaban cada año desde Canarias a Barcelona, Santander, Madrid o Valencia por un periodo de tres a seis meses para someterse a un trasplante de médula ósea o de progenitores hematopoyéticos (células madre responsables de la producción sanguínea) procedente de donantes sin parentesco familiar. Hasta ahora, porque el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín se convierte este año en centro de referencia para toda la comunidad autónoma en trasplantes alogénicos no emparentados de médula ósea, intervención que ya realizó con éxito en siete ocasiones desde principios de 2018.

"Es un paso más en el camino marcado para mejorar la cartera de servicios, ya no es necesario derivar al paciente al hospital de referencia en la Península con un coste social y económico, cumplimos con los propósitos recogidos en el Compromiso para la mejora de la sanidad pública de Canarias de acercar la atención a los ciudadanos mediante el programa Movernos en lugar de moverlos, cuyo objetivo es reducir los desplazamientos para recibir asistencia", destacó ayer el consejero autonómico José Manuel Baltar junto al director gerente del Doctor Negrín, Pedro Rodríguez, la jefa del servicio de hematología del hospital grancanario, Teresa Molero, y del especialista de la unidad de trasplantes Santiago Jiménez, además de Mercedes Domínguez como primera trasplantada. Por ello, el consejero de Sanidad felicitó a los profesionales de hematología y hemoterapia por el último avance logrado "tras más de veinte años de esfuerzo con los mejores estándares de calidad" hasta situar entre la élite hospitalaria española al servicio del Negrín, distinguido con los sellos internacionales ISO 9001/2015, CAT y Jacie.

Estrenada en 2010 y renovada seis años después, la máxima certificación de la sociedad europea para terapia celular resulta "muy difícil de conseguir y fuimos de los primeros en España, donde solo la tienen 16 hospitales", valoró Santiago Jiménez tras situar al Negrín entre la quinta y séptima posición por operaciones en una red estatal de 31 centros con trasplantes alogénicos no emparentados de médula ósea.

"Un largo camino"

Para ello, los profesionales isleños transitaron "un largo camino", según Teresa Molero, desde la realización del primer trasplante durante 1986 en el Hospital Materno Infantil de Canarias. Desde entonces, "ya hemos realizado 940 y a finales de año llegaremos al millar, un poco menos de la mitad alogénicos", añadió Jiménez antes de remarcar la intervención de un "equipo multidisciplinar cohesionado durante años".

Desde Sanidad apuntaron en nota de prensa que el trasplante de progenitores hematopoyéticos puede ser autólogo, cuando el propio paciente es el donante; o alogénico, cuando es otra persona (emparentado en el caso de un familiar, no relacionado si procede de un desconocido o haploidénticos, cuando emisor y receptor comparten antígenos de histocompatibilidad pero no son idénticos). Según los especialistas en trasplantes y hematología, la principal indicación del alogénico, sobre todo no relacionado, corresponde las leucemias agudas, más del 50% de los casos, pero también se emplea en un 30% de las ocasiones para otros tumores malignos (linfoma o mieloma, entre otros) y el restante 10% contra enfermedades no cancerosas.

"Las posibilidades de encontrar el donante idóneo dentro de la familia son del 30%, por lo que en un 70% de los casos es preciso recurrir a la búsqueda del adecuado fuera de la parentela", apuntó José Manuel Baltar para apelar al "altruismo y la bondad de los ciudadanos canarios" con el objetivo de incrementar "una de las pocas donaciones que podemos realizar en vida y permite salvar a miles de personas en todo el mundo".