El Equipo de Gobierno de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria quiere remitir a la sociedad canaria, a la que se debe y que es su razón de ser, así como a los miembros de la comunidad universitaria, una serie de reflexiones que ayuden a entender el posicionamiento de la ULPGC en los rankings, ante la inminencia de la publicación de un nuevo ranking del Grupo CYD.

En primer lugar, es necesario aclarar que los rankings no utilizan datos homogéneos para la clasificación de las universidades. Algunas universidades se han especializado en rankings trabajando sólo aquellos aspectos que más las favorecen. Por poner un ejemplo, en las tasas de abandono, el número de años transcurrido desde que un alumno deja de matricularse en una titulación para que se considere abandono, es mayor en el Sistema Catalán que el que establece el Sistema de Información Universitario Español, con lo que el valor de este indicador se reduce un 10% para los primeros. Tampoco consideran abandono el cambio entre titulaciones con primeros cursos comunes ya que diseñan lo que denominan cursos comunes y los alumnos deciden la titulación a partir del 2º o 3º curso.

Otro ejemplo de disfunción de datos: Nuestra tasa de graduación normativa es inferior al de otras universidades. Sin embargo, nuestra tasa de graduación, sin considerar el tiempo tardado, es elevada, lo que demuestra que cumplimos nuestra misión ya que, una vez en el sistema universitario, el estudiantado persevera hasta titularse.

Las Universidades se sitúan en diferentes posiciones de acuerdo con el ranking que se utilice. Por ejemplo, la posición de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en el ranking CYD y en el u-Multirank. Es llamativo que los datos utilizados por los rankings CYD y u-Multirank, que son los mismos, recopilados por la Fundación CYD, ponen a la cola a la ULPGC en el primer caso, mientras que en el segundo estamos en la media de las universidades españolas. Parece deberse a como se tratan esos datos, según cada ranking y como se definen los indicadores.

En el caso de las Universidades canarias existen Indicadores que no nos favorecen por nuestro carácter de región alejada e insular: nº de estudiantes de otras comunidades que se matriculan en nuestra universidad o nº de estudiantes extranjeros que se matriculan en nuestra universidad. ¿Por qué no se toma en cuenta el % de estudiantes de la región que no se marchan a otra región y que eligen la propia para formarse? No es que este dato nos parezca indicativo de mayor calidad ya que las razones pueden ser las mismas que por las que no vienen los estudiantes de fuera, pero sí que nos favorecería más porque aparentaría que tenemos mayor capacidad de retener a los estudiantes de nuestro entorno.

En el ranking CYD prima la estética frente a la estadística: La posición en un indicador se representa con un semáforo. Esa estética desvirtúa el valor estadístico (media vs moda y outlayers). En general, nuestra universidad no se aleja de la moda en la mayoría de indicadores. Los "outlayers" desplazan la media y nos colocan en rojo sin que nuestro valor sea significativamente peor.

Esto nos lleva a preguntarnos si se puede cambiar rápidamente de posición en el ranquin CYD y concluimos que ciertamente no, ya que los resultados publicados en un año se recogen el año anterior y hacen referencia a los tres años anteriores al de recopilación. Así el ranquin de 2019 se basa en datos recogidos en 2018 que corresponden a 2017, 2016 y 2015. Estadísticamente no se explican los cambios bruscos de posición en el ranking, solo que pequeños cambios aparenten un gran cambio (semáforo) cuando los elementos de la muestra están muy próximos (sólo así se explicaría que se pueda dar un salto de 10 puestos de un año al siguiente).

Que no se entiendan estas consideraciones como una justificación o autocomplacencia con la posición de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en los diferentes rankings, y eso se demuestra en algunos otros datos de rankings consolidados como el THE (Times Higher Education World University Rankings).

En el ranking THE, la ULPGC ocupaba en su última edición la posición 12-16 (5 universidades con la misma puntuación) de España y estaba entre las 1000 primeras del mundo en un ránking en el que sólo entran 2500 universidades.

Además, en rankings temáticos como el prestigioso Shanghai que mide el reconocimiento en investigación, destacamos en varias áreas como: Turismo, Ciencias del Mar, Economía o Veterinaria.

El Webos del CSIC, que mide la productividad científica, ocupamos la posición 22 de España.

El Greenmetrics, relativo a sostenibilidad, nos sitúa en la mitad de la tabla nacional.

La Fundación Everis, que evalúa encuestas de valoración a los empleadores de titulados universitaria, señala que destacamos en varias áreas como Económicas y Derecho.

Pero fundamentalmente, lo que queremos destacar es que la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria eligió la evaluación de su calidad según las normas del EEES y los criterios que desarrollan las agencias nacionales y autonómicas de evaluación de la calidad de la educación superior (ANECA y ACCUE). Con estos criterios, a día de hoy, la ULPGC ha acreditado 7 de sus centros y 8 de sus sistemas de garantía de calidad, aparte de recibir la acreditación AENOR de su gabinete de calidad, responsable del seguimiento de toda la institución. Nos situamos en la segunda posición de toda España en el número de centros acreditados, lo que ha sido señalado como un ejemplo por parte de la directiva de ANECA.

Por tanto, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria va a continuar trabajando para ofrecer a la sociedad de nuestro entorno la mejor universidad en docencia, investigación y gestión.

Equipo de gobierno de la ULPGC.