La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Martín Ramos: "La Unidad de Trasplante Cardiaco salvará muchas vidas"

Un paciente grancanario que recibió un corazón en Madrid cree que la práctica de esta cirugía en las Islas es un recurso "fundamental" para el Archipiélago

El periodista grancanario Martín Ramos, uno de los muchos pacientes trasplantados de corazón en la Península. j. pérez curbelo

"La Unidad de Trasplante Cardíaco del Negrín salvará muchas vidas", enfatiza José Martín Ramos, uno de los muchos canarios que tuvo que trasladarse a la Península para someterse a una intervención de estas características, antes de que la práctica quirúrgica se llevara a cabo en el Archipiélago, y que califica este servicio como "fundamental" para la comunidad autónoma. Lo cierto es que la vida del paciente cambió de forma radical el 19 de septiembre de 2009, cuando sufrió tres infartos de miocardio en la misma jornada. Según relata este periodista ya jubilado, no había sido diagnosticado con anterioridad de ningún tipo de cardiopatía, ni presentado síntomas que le alertaran de un funcionamiento anormal del corazón. No obstante, reconoce haberse aficionado al hábito tabáquico unos años antes, llegando a consumir hasta dos paquetes de cigarrillos diarios.

"Recuerdo que ese día estaba en mi casa muy relajado, después de haber estado trabajando en mi jardín. De repente, noté una gran sensación de malestar y salí a la calle. Fue entonces cuando me desplomé", recuerda este vecino del municipio de Santa Brígida. Afortunadamente, en ese preciso instante, circulaba una ambulancia medicalizada por la zona, que se encargó de transportarlo al Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, donde sufrió otros dos infartos. "El segundo se produjo cuando me encontraba en la puerta de Urgencias, mientras que el tercero fue en la UVI. Si no llego a estar en el hospital, no lo hubiera podido contar", detalla el paciente grancanario.

38 ingresos

Tras este episodio, y hasta 2013, el complejo norteño se convirtió en su segunda casa, donde llegó a requerir ingreso en 38 ocasiones. "Durante ese período, me sometí a todo tipo de pruebas y sufría muchos episodios de arritmias. El seguimiento médico era constante y los profesionales recurrieron a todas las alternativas posibles antes de incluirme como candidato a un trasplante cardíaco", explica el afectado. De hecho, cada día tomaba 17 pastillas, fue sometido a varios cateterismos, le implantaron stents coronarios, e incluso, un desfibrilador. Sin embargo, su corazón ya no respondía. "El nivel de insuficiencia cardíaca ya era preocupante y los especialistas habían agotado todos los recursos. Entonces, me enviaron al Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, a la espera de que apareciera un donante compatible", apostilla Martín Ramos.

Para más inri, su estado de salud era tan sumamente "delicado" que tuvo que ser trasladado a la capital estatal en un avión medicalizado del Gobierno de Canarias. "Estaba tan débil que ni siquiera tenía fuerzas para mantenerme en pie", agrega el paciente. Mientras aguardaba por recibir la noticia que tanto ansiaba, los especialistas tuvieron que practicarle una nutrida cantidad de pruebas, pues es requisito indispensable estar en "buen estado" para permanecer en el listado. "Un simple resfriado podría haber borrado mi nombre", anota. Así, acompañado por una de sus hijas, transcurrieron más de seis meses.

"Antes de la creación de la Unidad de Trasplante Cardíaco del Negrín, la situación de los canarios era muy complicada. Ir hasta Madrid suponía una inversión desmesurada para muchos bolsillos, pues la sanidad pública solo se hacía cargo de los traslados y concedía una ayuda de 50 euros diarios", garantiza el veterano profesional de la comunicación.

Sobre estas líneas, recuerda que su hija tuvo que alquilar un apartamento, situado a tan solo diez minutos a pie del hospital madrileño para poder estar a su lado. "Son muchos los canarios que han renunciado a la posibilidad de ser trasplantados por no disponer de los medios económicos suficientes. Por tanto, el panorama era desolador para un gran grupo de enfermos del Archipiélago ", determina Martín Ramos.

Intervención

Finalmente, el 4 de julio de 2014, el paciente, que por entonces tenía 63 años, fue sometido al proceso quirúrgico. Por fin, un donante compatible le regaló su corazón y convirtió esta fecha en uno de los días más importantes de su vida. "Entre la operación y lo que tardé en despertar de la anestesia pasaron más de 11 horas, pues también sufrí un pequeño problema renal. Al principio me sentía un poco desorientado y la verdad es que el proceso de recuperación fue algo duro", expresa. "A partir de este momento", prosigue, "comencé un tratamiento de rehabilitación basado en practicar diferentes ejercicios desde primera hora de la mañana, y que en esos momentos se me hacían cuesta arriba".

A esto hay que sumarle el número de horas de descanso que los médicos aconsejan a estos pacientes y que no siempre es una tarea sencilla de satisfacer. "A los trasplantados nos aconsejan dormir más horas que al resto de personas. Al principio esto es algo complicado, pues es normal sentir ciertas molestias que repercuten en nuestro descanso".

Rehabilitación

En total, el proceso de rehabilitación duró cuatro meses. Una vez concluido, recuperó la calidad de vida y regresó a casa, tras haber pasado más de un año en Madrid. "Es complicado arrancar y pensaba que iba a estar muy limitado. Pero la verdad es que, inevitablemente, se empieza a ver la vida desde otra perspectiva y a valorar las pequeñas cosas que antes parecían insignificantes", sostiene con contundencia.

Cabe destacar que entre las prescripciones médicas resaltan la necesidad de caminar, al menos, cuatro kilómetros cada día, llevar una dieta saludable y asistir a revisión cada dos semanas -en el mismo centro hospitalario en el que se ha llevado a cabo la operación-, durante los primeros cuatro años. "Ahora mismo, tengo que acudir cada seis meses. Sin embargo, en mi última visita necesité ingresar para que los médicos pudieran hacer exámenes para determinar cómo había envejecido el órgano", explica.

Asimismo, en la actualidad consume 11 pastillas diarias, que ya se han convertido en fieles compañeras de vida, con el fin de preservar su buen estado de salud. Teniendo en cuenta su experiencia, asegura estar "encantado" con la implantación de la Unidad de Trasplantes Cardíacos en Canarias. "Esto debería haber surgido desde hace muchos años, porque se hubieran ahorrado muchísimas muertes. Estamos ante un servicio fundamental que está presente en casi todas las comunidades autónomas del territorio nacional y Canarias no podía ser una excepción", determina Martín Ramos.

Además, desde su punto de vista, la iniciativa contribuirá a potenciar las donaciones en las Islas, y por supuesto, a aprovechar una mayor cantidad de corazones que antes acababan perdiéndose. "Las donaciones de corazones que se hacen en Canarias no llegan a Madrid, pues el corazón no resiste. Con suerte, llegan a Sevilla, pero se han perdido muchos órganos porque no acuden a buscarlos", lamenta.

Según confiesa, el hecho de que se puedan practicar trasplantes en Canarias "representa una de las mejores noticias que han podido recibir los pacientes con cardiopatías a lo largo del tiempo". Ahora, con la vista puesta en el futuro, solo espera que los isleños que hayan sido trasplantados en la Península puedan llevar a cabo los controles pertinentes en el Negrín. "Esto no se contempla. Sin embargo, sería una iniciativa estupenda", valora el periodista grancanario, que no duda en garantizar haber "vuelto a nacer", gracias a la generosidad de un donante anónimo.

Compartir el artículo

stats