"Mil contagiados es una cifra anecdótica"

Xavier Lee, de Shanghai, opina que las preocupaciones son más bien por las restricciones y no tanto por la salud. "En China hay mil cuatrocientos millones de habitantes", aclara. "Y contabilizar mil y pico casos es una cifra casi anecdótica", asegura. Lee añade que en algunos sectores de la sociedad hay que prestarle toda la atención, pero siempre con sentido común y sensatez.

En lo referente a su familia que viven en el país oriental, Lee añade que la preocupación se centra en que hay mucha gente que debería estar trabajando, pero a la que se les han dado vacaciones "y hay poquísima gente en las calles que obedece a las recomendaciones del gobierno, que son estrictas". Sheng Huang Zhou, también de Shanghai, opina igualmente. "En primer lugar yo creo que las instituciones públicas han emitido unas informaciones que no son del todo completas, creando cierta alarma en la sociedad porque, si bien es una cepa nueva de un virus, no deja de ser un virus de la gripe que se ha cebado con los colectivos en riesgos como son personas mayores, personas con patologías pulmonares o con el sistema neurológico deprimido que se había operado recientemente", añade.

Pero para Huang el dato más importante es que los tratamientos están siendo efectivos. "De hecho, la organización Mundial de la Salud ha revelado que hay casos de gente contagiada que se han recuperado muy satisfactoriamente y las terapias que se están siguiendo actualmente están funcionando, con lo cual no hay que crear esa alarma", añade.

Protección

Huang reconoce que, si bien es cierto que el virus se propaga muy rápidamente, "hay que tener en cuenta que, tomando las medidas adecuadas de protección y de higiene, el riesgo de contagio no es tan grande, especialmente si no vamos a los epicentros donde ha brotado el virus".

Y añade, sobre los alemanes de La Gomera, donde se detectó anoche el primer caso en España de coronavirus, que es gente venida del exterior, "con lo que tomando las medidas de seguridad de las instituciones públicas como son las cuarentenas y las observaciones, no hay que sentir alarma por este asunto".

El miembro de la comunidad china reconoce que existe algo de inquietud, porque los canales de información no son tan rápidos. "La gente de aquí se preocupa por sus familiares, pero hay que tener en cuenta que el gobierno chino ha sido rápido actuando, que está cooperando de forma transparente y la información está fluyendo". Por eso, con las medidas adecuadas, no hay que tener ese temor, "y ya se está solucionando el problema que es lo importante".

Huang añade que está en contacto con sus familiares en su país y están tomando medidas como quedarse en casa, no ir a sitios en los que se pueda amontonar gente, que desde las instituciones chinas recomiendan. "La prensa ha sido alarmista, ha buscado un titular que llame la atención, pero hay que recordar que existe otra cepa de gripe en Oriente Medio que sigue activa y estamos en una época en la que la gripe es algo normal".

Han Lin, de Fu Jian, recuerda que el brote salió de una pequeña parte de la población y ellos son también afectados. "Estoy preocupada porque mis familiares no pueden salir, no pueden moverse libremente como antes porque también tienen miedo". La joven, de 21 años, pone el caso de sus abuelos, que suelen ir a pasear por el parque por la noche porque es bueno para su salud, pero que ya están dejando de hacerlo, porque nadie sale a la calle y, si lo hacen, tiene que ponerse las mascarillas y no les gusta.

Lin reconoce que el virus es bastante potente, porque se está expandiendo de forma acelerada, ya que ha tocado en el periodo del Año Nuevo, con lo que "las personas de aquí vuelven a sus casas para reunirse con sus familias y por eso se ha expandido más rápido de lo normal". La joven subraya que "el personal sanitario está trabajando todo el día sin parar y yo estoy preocupada por su salud porque son héroes que están rescatando muchas vidas, pero que apenas tiene tiempo para descansar".

La joven subraya que "como el virus tiene un tiempo de incubación, y aunque estés contagiado no manifiestas los síntomas inmediatamente, cuando los sanitarios vuelven a sus casas lo que hacen es aislarse para proteger a sus familiares se quedan encerrados en un cuarto pequeñito".

En su opinión no hay que tener mucho miedo y, aunque la situación suene alarmante, lo mejor es "protegerse cada uno mejorando la higiene, lavándose las manos y tomando conciencia del problema". La joven reconoce que los chinos son muy colectivistas y por eso están comprando mascarillas para enviarlas a su país ya que allí se están agotando en los hospitales. "También están mandando mucho dinero donado a los sitios que lo necesitan sobre todo a la ciudad de Wuhan".

La joven recuerda que estuvo de Erasmus en Alemania y tiene muchos amigos allí que les dice que también están comprando máscaras para enviarlas a China. Por este motivo, Lin añade que "estoy bastante preocupada por si se agotaran aquí y cuando se diesen casos los españoles se pudieran quedar sin sus mascarillas". Algo que puede fomentar el prejuicio de algunas personas que vayan a la farmacia a compara algunas y se enteren de que los chinos han agotado el producto.

"Eso puede crear enfado y envidia entre algunas personas, por lo que tengo miedo de que surja cierto racismo y nosotros suframos las consecuencias de que se piense que todos los chinos son iguales". En este punto Lin recuerda que "a mi hermana le han hecho preguntas muy raras en el colegio que le han dejado totalmente descolocada por ser china. Pero qué pasaría con un español que haya estado en contacto en esa ciudad con ese virus y no se le haya preguntado nada".