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Situación sanitaria en Canarias

El resfriado común podría generar cierta defensa ante el coronavirus

La inmunidad cruzada explicaría la existencia de algunos contagios asintomáticos o con sintomatología leve

El resfriado común podría generar cierta defensa ante el coronavirus

La respuesta inmunitaria ante el coronavirus es uno de los muchos misterios que quedan en el aire. Las investigaciones para descifrar información sobre este agente patógeno son numerosas y los científicos trabajan a destajo para lograr entender cómo se protege el organismo humano ante el ataque del Covid-19. Entre los hallazgos que arrojan un haz de luz a la pandemia, está el que apunta a que algunos virus del resfriado común -que pertenecen a la familia de los coronavirus y, por tanto, del SARS-CoV-2- podrían generar una inmunidad cruzada que no protege ante el virus, pero sí ayudaría a atenuar los síntomas ocasionados durante su infección. Un estudio del Instituto de Inmunología de La Jolla (San Diego, California), publicado en la revista científica Cell, planteó como hipótesis que las personas que presentan síntomas leves o son asintomáticas ante esta nueva enfermedad podrían tener defensas contra la Covid-19 tras haber padecido otros tipos de coronavirus. Si bien, igual que sucede con casi todos los aspectos relacionados con esta nueva patología, las incógnitas siguen siendo más abundantes que las certezas.

El portavoz del comité científico que asesora al Gobierno de Canarias frente a la pandemia de coronavirus, el catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluis Serra-Majem, explica que el análisis del instituto estadounidense determinó que el 100% de las personas que participaron en el estudio y que habían superado la Covid-19 presentaban linfocitos CD4 -células que dirigen el ataque contra las infecciones- y el 60% contaban con linfocitos CD8 -células que asesinan a las que están infectadas-. A continuación, los científicos buscaron muestras de donantes de años previos a la existencia del SARS-CoV-2 (entre 2015 y 2018) y que, por tanto no estuvieron en contacto con el virus. De estas muestras, el 50% contaban con linfocitos CD4 y el 20% tenían células CD8. "Los autores del estudio determinan que esta inmunidad linfocitaria se podía haber adquirido de otros coronavirus frecuentes, que son los responsables del 15% de los resfriados comunes", apunta el catedrático.

Estos coronavirus tienen una elevada prevalencia en la población, especialmente entre la infantil. Esto podría explicar los motivos por los cuales la Covid-19 no es tan severa entre los niños, ya que los menores suelen pasar por varios coronavirus durante sus primeros años de vida y su sistema inmune responde más rápido ante el nuevo patógeno. Si bien, Serra-Majem aclara que no todas las personas asintomáticas ante la Covid-19 -que suponen el 80% de los contagiados- o aquellas que han tenido un cuadro sintomático leve contaban con una inmunidad previa. En este sentido, habría que continuar con las investigaciones para determinar los motivos por los que algunas personas tienen reacciones más graves que otras ante el agente patógeno que ha logrado paralizar el planeta.

Según los científicos responsables del estudio, estas conclusiones son especialmente relevantes para el desarrollo de la vacuna que aporte la inmunidad a la población, ya que han obtenido "resultados robustos" de las células CD4 y CD8 contra la proteína punta, que es la que centra la mayoría de estudios.

"La inmunidad cruzada no es muy habitual", explica Serra-Majem, pero sí se da entre otros virus como la varicela y el herpes zóster, el dengue y el zika o entre algunos patógenos que producen la mononucleosis infecciosa y determinados tipos de herpes. Además, no solo se registra entre virus, sino también entre bacterias como la listeria monocytogenes -causante de la listeriosis- y la salmonella.

Las cifras de la pandemia

Canarias lamenta un nueva muerte por coronavirus. Se rompe así la racha de cinco días en los que no se había registrado ninguna muerte por esta enfermedad. Este registro supone que se han encadenado cinco jornadas sin fallecimientos y se iguala el registro que se dio entre el 12 y el 16 de mayo, que había sido el mejor hasta el momento.

Hasta ahora, han muerto en las Islas por esta enfermedad 161 personas, según los datos del Gobierno de Canarias, aunque el Ministerio de Sanidad confirma solo 151. El peor día en el número de muertes se registró el 30 de marzo, cuando fallecieron 15 personas en una misma jornada. Esta circunstancia coincidió con el punto álgido de la pandemia en el Archipiélago, que se registró en los primeros días de abril.

El total de contagios en las Islas es de 2.363 -cuatro de ellos se produjeron en las últimas 24 horas-, y han recibido el alta epidemiológica 2.028 personas -once en la última jornada-. Por tanto, quedan 174 casos activos en las Islas, lo que supone el 7,3% del total de contagios y es la cifra más baja desde el 18 de marzo. Los municipios en los que más positivos quedan son La Laguna (28), Santa Cruz de Tenerife (27) y Las Palmas de Gran Canaria (23).

De los enfermos activos, cinco están en unidades de cuidados intensivos, 27 hospitalizados en planta y 142 en sus domicilios.

Por islas, en Tenerife hay 110 casos activos (cuatro en UCI, 18 en planta y 88 en casa) y en Gran Canaria hay 42 casos activos (uno en UCI, 6 en planta y 35 en casa). En La Palma, que ha alcanzado los 100 casos acumulados, quedan ocho enfermos activos, todos en sus casas y en Lanzarote hay tres casos activos (dos en planta hospitalaria y uno en casa). En Fuerteventura, La Gomera y El Hierro no hay enfermos por Covid-19. Quedan 11 casos activos que no están asignados en concreto a ninguna de las islas en los datos diarios ofrecidos por la Consejería de Sanidad.

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