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Pruebas de acceso a la universidad

El virus y la generación del 27 arrancan una EBAU organizada al milímetro

Los exámenes se realizaron bajo unas estrictas medidas de seguridad sanitaria - El acceso a las aulas se efectuó en pocos minutos y sin las habituales aglomeraciones

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Primera jornada de la EBAU 2020 en la ULPGC

A las 9 de la mañana reinaba un silencio rotundo en los pasillos de la facultad de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y todavía quedaban 30 minutos, llenos de tensión, para que empezara el examen de Lengua Castellana y Literatura, el primero de las pruebas de la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU). Nada más abrir las puertas del recinto, los estudiantes se dirigieron a su aula y, en apenas unos minutos, todos habían ocupado sus mesas y los examinadores estaban pasando lista. La organización del acceso al edificio y la logística en las clases estaban organizadas al milímetro. Con puntualidad británica, a las 9.30 horas los estudiantes dieron la vuelta a sus exámenes para descubrir que una de las opciones que les planteaban era analizar un texto periodístico sobre el coronavirus, el patógeno que les obligaba a ir ataviados con mascarillas y que les había hecho abandonar las clases presenciales en los últimos meses. Las alternativas que se les presentaban fueron fragmentos de La casa de Bernarda Alba, del granadino Federico García Lorca, o de Las islas en que vivo, del poeta gomero Pedro García Cabrera, ambos escritores de la generación del 27. Y, por último, un pasaje de Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez. Una vez desvelados los autores, los nervios dieron paso a la más rigurosa concentración

Fuera de las aulas, el rector de la ULPGC, Rafael Robaina, mostraba su satisfacción ante el trabajo encabezado por el vicerrector de Estudiantes y Deportes, Antonio Ramos Gordillo, y el director de Acceso, Nicanor Guerra. Quienes fueron los responsables de la organización de las pruebas de la EBAU más atípicas de la historia. Robaina explicó que este año se han redoblado esfuerzos para contar con más espacios en los que realizar las pruebas y para implantar las medidas sanitarias necesarias. "Confío en que todo salga bien, igual en años anteriores", aseguró el rector, quien añadió que todo estaba preparado para que los estudiantes pudieran hacer sus exámenes y obtener la nota para acceder a la universidad. "Veo una organización perfecta, acorde a las necesidades que tenemos por las circunstancias especiales y las propias necesidades de la EBAU, que se celebra con totales garantías para los chicos y para sus familias", reconoció Robaina.

Ayer realizaron las pruebas de la fase general los alumnos de Ciencias y Ciencias de la Salud y hoy es el turno de los de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales. Este desdoblamiento, detalla Robaina, así como la descentralización de las pruebas, fueron fundamentales para evitar las habituales aglomeraciones. En total, 6.133 alumnos de la provincia de Las Palmas se presentan este año a la EBAU, lo que supone un incremento del 19% con respecto al curso anterior, en el que realizaron los exámenes 5.150 jóvenes.

Compromiso absoluto

"En cuanto hemos visto que los estudiantes estaban sentados, que no se escucha ni un ruido y que ellos están preparados para su futuro, sentimos la alegría de que el trabajo ha dado resultado", afirmó aliviado Ramos Gordillo, quien también reconoció que su labor y la de Guerra ha sido muy dura, ya que conlleva una gran responsabilidad. Sin embargo, el vicerrector se atrevió a afirmar que nunca vio peligrar la celebración de las pruebas, porque su compromiso y el de su equipo con la institución y con sus responsabilidades es absoluto.

Por parte del vicerrector no faltó el agradecimiento a los ayuntamientos, a los policías locales y a las gerencias de atención primaria, puesto que sin su colaboración, la Universidad no hubiera podido desplegar todo el dispositivo necesario. "En estos momentos es cuando hay que arrimar el hombro para que la sociedad vuelva a reverdecer después de los días de máxima dificultad por los que hemos pasado", destacó Ramos Gordillo.

En esta edición, el formato de la selectividad se ha adaptado a las circunstancias sobrevenidas por la pandemia del coronavirus y el formato del examen brinda a los alumnos la posibilidad de elegir libremente las preguntas que quieren responder, sin limitarlas en bloques. A pesar de que muchos piensan que este modelo beneficia a los estudiantes, Ramos Gordillo sotuvo que "no es una prueba más fácil, porque el que más ha trabajado tendrá una mejor respuesta". En este sentido, el vicerrector afirmó que hay tener en cuenta las dificultades por las que han pasado los estudiantes. "Si la situación ha sido complicada para los adultos, hay que entender que para los jóvenes también ha sido problemática, ya que están en un proceso donde la maduración todavía está gestándose", explicó el responsable de Estudiantes y Deportes de la ULPGC. Quien, además, quiso reconocer el trabajo que los menores han hecho, "porque pasar de una docencia presencial a una no presencial tiene un coste muy alto".

Hoy se vivirá un segundo primer día en el que todos los pasos se repetirán, pero los responsables de la organización adelantaron que estarán más tranquilos puesto que ya han visto que todo va sobre ruedas y que los protocolos que implantaron funcionaron a la perfección. La publicación de las calificaciones provisionales tendrá lugar el viernes 10 de julio en la web institucional de la ULPGC. En la convocatoria ordinaria de junio de 2019, un 95,48% de los presentados resultó apto en la EBAU.

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