Agentes de la Guardia Civil ya han cerrado cinco arrestos en el transcurso de la investigación abierta a raíz de la aparición el pasado lunes del cadáver de Carolina F.M., mujer de 43 años de edad natural de Los Silos, en el interior de una fosa séptica localizada en una vivienda del núcleo poblacional de La Corujera, en el municipio tinerfeño de Santa Úrsula.

En las diligencias, aún afectadas bajo el secreto de sumario, que en la jornada de hoy se trasladarán a la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de La Orotava, con competencias en Violencia sobre la Mujer, se precisa que solo una de las cinco personas que permanecen detenidas, un hombre de 44 años, supuestamente participó directamente en una muerte violenta que ayer oficialmente ya se computó como un caso de violencia machista. De hecho, es el único al que se le imputa un homicidio doloso en el ámbito familiar. Otro de los detenidos pasará a disposición de la autoridad judicial por un presunto encubrimiento y a los tres restantes se les asocia supuestamente con la omisión del deber de impedir delitos o promover su persecución.

La Delegación del Gobierno en Canarias confirmó ayer la noticia adelantada en la edición del martes de este periódico, que apuntaba el hecho de que el sospechoso principal contaba con antecedentes delictivos relacionados con un episodio de violencia doméstica denunciado el pasado 30 de mayo por la fallecida.

Con anterioridad, incluso, hubo otras diligencias policiales que no se llegaron a remitir al Juzgado de La Orotava porque la víctima retiró la denuncia.

Un secreto a voces

Un secreto a vocesAlgunos vecinos de La Corujera conocían la tumultuosa relación que mantenían el detenido por el homicidio doloso en el ámbito familiar y la mujer asesinada el pasado fin de semana. Y es que a raíz de las averiguaciones realizadas por los efectivos de la Guardia Civil, de la Policía Judicial del Puerto de la Cruz y del Equipo de Delitos Contra las Personas de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial y del Laboratorio de Criminalística se llegó a la conclusión de que las tres últimas personas supuestamente no evitaron la comisión de los delitos expuestos en el informe policial que refleja las primeras 48 horas de la investigación. De hecho, ya el pasado lunes se filtró un incidente ocurrió a finales de mayo en el que, al parecer, la fallecida gritó en varias ocasiones que su vida estaba en peligro. "Me va a matar", vociferó antes de presentar la denuncia en el puesto de la Guardia Civil. Ese suceso, precisamente, se convirtió en el detonante a partir del cual un juez dictó una orden de alejamiento que en el instante en el que se produjo la muerte fue vulnerada por el asesino y la víctima. En torno a ese incumplimiento se oculta una de las claves de la investigación abierta a partir del testimonio de un hombre, que en estos momentos se encuentra imputado en el caso por un posible encubrimiento: fuentes cercanas al caso indican que este presuntamente conocía el desenlace de los hechos a partir del testimonio directo del principal imputado.

Según los datos a los que ha tenido acceso este periódico, el segundo detenido, al que se le imputa un delito de encubrimiento, supuestamente fue requerido por el excompañero de la fallecida para que le ayudara a deshacerse de los restos de la mujer: antes de decidir ocultarlo en la fosa séptica lo metió en un frigorífico de grandes dimensiones -un modelo de los que se emplean en los negocios de restauración- con el objetivo de que no quedara expuesto a posibles testigos.

La Guardia Civil activó el operativo que, de momento, ha posibilitado estos cinco arrestos a partir del testimonio de un conocido del autor material del homicidio, que contó en dependencias policiales la conversación que había mantenido con este para que colaborara a la hora de esconder los restos de la mujer. Minutos después, varias unidades se desplazaron al número 1 de la calle Las Turcas con una autorización judicial que posibilitaba una inspección ocular de la vivienda -una edificación de tres alturas en la que conviven varios inquilinos de la misma familia-, que en un primer momento se centró en la nevera. Finalmente, el cuerpo sin vida de la mujer fue recuperado del interior de una fosa séptica: antes de remitir los restos al Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife se hallaron evidencias de varios golpes contundentes en zonas sensibles del cuerpo de Carolina F.M.. Fuentes cercanas al caso indicaron a este diario en la tarde-noche de ayer que el autor material del crimen supuestamente ya ha confesado los hechos por los que hoy será trasladado a la sede judicial de La Orotava.

Igualmente, este diario ha podido verificar que la difunta estaba recibiendo asistencia del Servicio Insular de Atención a las Mujeres (IASS) del Cabildo de Tenerife, tras aportar partes de lesiones del Servicio Canario de Salud (SCS).