Los trabajadores del transporte sanitario de Canarias mostraron ayer su descontento con el nuevo convenio estatal, que regulará las relaciones laborales del sector hasta el año 2025. Los profesionales de las ambulancias convocaron ayer una concentración en la capital grancanaria, que recorrió las calles entre el parque San Telmo y Primero de Mayo, en la que participaron unas 200 personas. Entre sus principales demandas figura el reconocimiento de los técnicos de emergencia sanitarias (TES) como profesionales de la sanidad; la consideración de las horas de presencia, pausa o reposo en las guardias como tiempo efectivo de trabajo; recuperar la voluntariedad para realizar horas extraordinarias; y que las empresas vuelvan a ser responsables del lavado de los uniformes.

Los sindicatos y la Federación Nacional de Empresarios de Ambulancias (ANEA) firmaron el polémico convenio el pasado 13 de julio. Desde entonces, los profesionales del sector de todas las comunidades autónomas han mostrado su malestar ante el acuerdo alcanzado entre la patronal y la Unión General de Trabajadores (UGT), el sindicato mayoritario del sector, que firmó en solitario el documento, a pesar de que no contaba con la unanimidad total dentro de sus filas. Según el colectivo, el nuevo texto, que no fue suscrito por Unión Sindical Obrera (USO) y Comisiones Obreras (CC.OO), echa por tierra las conquistas sindicales logradas en los tribunales y que tenía una repercusión directa en todos los trabajadores del sector nacional.

El documento, calificado por profesionales del sector como "convenio del hambre", recoge que el tiempo efectivo de trabajo de los profesionales será el que emplee para hacer un servicio, por lo que la retribución de las horas de presencia, pausa o reposo en las guardias, será más baja. Esto les obliga a tener que realizar más horas para poder alcanzar un "salario digno". Además, el nuevo convenio implanta el concepto de "horas suplementarias", que trata de maquillar el exceso de jornada, ya que las horas extraordinarias pasan a ser ordinarias. De esta manera, los empresarios pueden obligar a los trabajadores a realizar más horas dentro de la jornada laboral, algo que antes era u

na decisión voluntaria del propio empleado. Asimismo, se da prioridad al convenio nacional sobre los tiempos de jornada efectiva, por lo que no deja margen para la negociación en los convenios provinciales y autonómicos.

Licitaciones millonarias

Si hay algo que el colectivo considera "más doloroso" a nivel profesional, es que el convenio no reconozca como personal sanitario a los titulados de grado medio como técnicos de emergencias sanitarias. En el documento insisten en una "degradación profesional", que les ha perjudicado especialmente durante la pandemia de la Covid-19. El personal de las ambulancias es el primero en llegar a los domicilios de las personas contagiadas que requieren de un traslado a un centro hospitalario, pero al no ser considerados sanitarios no cuentan con el mismo nivel de protección que los profesionales de la medicina o la enfermería. Otra novedad, ligada al no reconocimiento como sanitarios, es que el lavado de la ropa de trabajo recae en los trabajadores y no en las empresas, a pesar de que pueden contaminarse con diferentes fluidos durante su jornada laboral.

El colectivo, que cuenta con unos 2.000 profesionales en las Islas, denuncia la precariedad en un servicio esencial para la salud y apunta que el convenio es una estrategia para que las empresas puedan concurrir a las próximas licitaciones millonarias a precios más competitivos, a costa de la precariedad de los trabajadores.