Cebiche de camarones soldado, cítricos y cebolla de Gáldar; huevos rellenos de camarones; crema de camarones con aroma de malvasía: una deliciosa pastela de camarones; tajine de camarones con cous cous? Un menú creativo y diferente que demuestra las infinitas posibilidades culinarias de este crustáceo, abundante en aguas canarias, y que fue el protagonista el pasado viernes de una noche temática, que mezcló la gastronomía, la ciencia y la música. Protagonista, el camarón de la Isla.

Los sabrosos 'animalitos' tienen su historia, ya que fueron capturados dentro de una acción piloto demostrativa del funcionamiento del Observatorio Marino Atlántico Canarias-Marruecos (Omarat), que une a científicos de los dos países y pretende poner en valor cuáles serían los beneficios de una pesca sostenible de este recurso tan abundante en nuestras aguas. Los que se pudieron degustar de mil maneras en el Hotel Escuela Santa Brígida fueron preparados con mimo por chefs isleños y del país alauí, y proceden de un banco recién descubierto frente a las costas de Sidi Ifni. La noche comenzaba con un cóctel en los jardines del hotel, en cuya piscina se había preparado una maqueta a escala del arte de pesca que se utiliza para capturar a los camarones. Se trata de unas nasas que flotan entre los 100 y 400 metros de profundidad, que es donde nadan los crustáceos. Se evita, de este modo, esquilmar los fondos y se consigue hacer una pesca selectiva.

Potencial desaprovechado

Tras el cóctel, los comensales pasaron al comedor, donde José Antonio González, responsable científico y alma del evento, explicó cómo se ha desarrollado la investigación del camarón soldado desde 1997, fecha desde la que se están cuantificando sus poblaciones en aguas canarias. El biólogo destacó esta iniciativa como "herramienta de cooperación entre los dos países, a los que se suman otros como Senegal o Cabo Verde". Él tiene claro, y así lo manifiesta con frecuencia, que se trata de un recurso autóctono que no se aprovecha en todo su potencial, puesto que es una fuente ideal de ácidos grasos omega 3 y proteínas, que se queda en el mar, mientras se importan crustáceos de calidad muy semejante desde otros lugares del mundo.

En el jardín, varios cocineros y camareros servían el bufet 'camarónico' ante la atenta mirada y curiosidad de los asistentes, que probaron cada una de las propuestas. Entre los comensales, había una delegación marroquí a la que los organizadores agradecieron con cariño que se desplazara hasta Gran Canaria.

Un poco de buena música y, de postre, biscuit de huevos moles, galleta de gofio o ensalada de frutas tropicales. Una delicia.