Los docentes de Matemáticas ven su asignatura como el eje fundamental del conocimiento científico y tecnológico. La presidenta de la Sociedad Canaria de Profesores de Matemáticas Isaac Newton, Agar Arrocha Reyes, vincula el pensamiento matemático con las competencias de una sociedad «crítica y reflexiva». «Son el eje vertebrador del conocimiento científico y tecnológico, son esenciales en el desarrollo de un modelo económico y social justo y equitativo, y son imprescindibles para la gestión eficiente de lo cotidiano, para la comprensión, el análisis y la obtención de conclusiones a partir de la información».

Tras la aprobación de la Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (Lomloe), el Ministerio de Educación trabaja en el cambio del sistema educativo desde el punto de las pedagogías y los curriculos escolares, esto es, la forma y el contenido que adoptará el renovado sistema educativo. Algunas comunidades autónomas con competencias en Educación han puesto en marcha proyectos de innovación pedagógica en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) que fusionan asignaturas de un mismo área de conocimiento, como por ejemplo, las Ciencias.

En algunas de estas iniciativas, la asignatura de Matemáticas se ha fusionado con otras como Bilogía o Tecnología, con el rechazo de los docentes, que se han visto obligados a exponer la prioridad de la enseñanza de las Matemáticas como asignatura única en el curriculum escolar. «Las matemáticas son un lenguaje y no pueden presentarse limitadas, como tampoco ocurre con las lenguas, a los conocimientos de las materias del currículo actual», explica Arrocha.

Comunidades

La presidenta recuerda además que cada comunidad autónoma tiene su cuota de definición «y es ahí donde se verá cuál es la apuesta que cada una hace para conseguir de forma efectiva un impulso, no solo en al área de las Steam –Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas–, sino de un modelo social futuro, que no pasa por reducir ni la presencia, ni la importancia de las matemáticas. En Canarias también tenemos esa posibilidad, y hasta aquí esa nunca ha sido la apuesta, aún estamos a tiempo de que así sea», explica.

En este sentido insiste en que la asignatura es «un pilar esencial e imprescindible para el desarrollo y sostenimiento del equilibrio social y natural y debe ser aprendida no solo como herramienta al servicio de otras disciplinas sino por su propio valor intrínseco», pese a que no parezcan «atractivas» para el alumnado y el público en general.

Arrocha se apoya en las declaraciones del presidente del Comité Español de Matemáticas (Cemat), Alfonso Gordaliza, quien señaló que la materia «requiere el desarrollo por parte del alumnado de la capacidad de abstracción, un razonamiento lógico que queda dentro de la propia estructura de las matemáticas y para el que difícilmente se pueden buscar correlaciones en otras disciplinas».

También en este contexto, el presidente de la Comisión de Educación, de la Real Sociedad Matemática Española (RSME), Luis J. Rodríguez Muñiz, recordó que las matemáticas «vehiculan el lenguaje científico, creo que tenemos argumentos suficientes para considerarlas especiales».

En cualquier caso recuerda que «también que existen otras posibilidades para articular el trabajo interdisciplinar e integrado del ámbito de las Steam, así como dotar de función gestora a las figuras existentes en la organización de los centros de secundaria que beneficiaría dicho trabajo y el objetivo que se persigue».

Agar Arrocha entiende que «la significatividad en los aprendizajes en general, y de las matemáticos en particular, sigue siendo el faro que debe guiar la elección de las estrategias metodológicas que el profesorado debe seleccionar para que el alumnado adquiera tan imprescindibles conocimientos, no solo para su utilización en lo cotidiano sino para su preparación para las siguientes etapas educativa, no en vano tanto las enseñanzas obligatorias como el Bachillerato tienen un valor propedéutico».

A juicio de la presidenta el desarrollo «no se puede concebir» sin una ciudadanía mejor preparada y con buenos conocimientos de la asignatura. «No todo es Matemáticas, Ciencia y Tecnología, pero también es Matemáticas, Ciencia y Tecnología. No podemos seguir esgrimiendo la justificación de la utilidad visible ante un futuro del que no sabemos cuáles serán las habilidades necesarias imprescindibles, pero que ya nos permite vislumbrar el hecho de que las competencias matemáticas van a tener un papel protagonista», defiende.