Miguel Ángel Morcuende, director técnico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (Pevolca) y María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, informaron un día más de las novedades en torno a la erupción del volcán de La Palma.

La lava ha dejado un total de 422 hectáreas afectadas, incluyendo 93,4 dedicadas a cultivos: 35,6 hectáreas de plataneras, 32,9 de viñas y 6,7 de aguacates.

En las últimas horas el fenómeno volcánico permanece estable y sin cambios en el transcurrir de la lava desde el cono hasta el mar, tanto en la superficie como a través del tunel detectado el lunes.

El delta lávico o fajana continúa su crecimiento, extendiéndose en dirección norte-sur. Continúa el penacho marino a lo largo del borde del delta de lava, produciendo nubes de vapor de agua y ácido clorhídrico que se concentran en un pequeño volumen alrededor del contacto. La afección del delta lávico a la columna de agua del medio marino en algunos parámetros físico-químicos y biológicos alcanza profundidades de 250 metros y una distancia de 500 metros desde el frente de la fajana.

En las próximas horas se puede producir un empeoramiento en la calidad del aire debido a las condiciones meteorológicas; se prevé un descenso de la altura de la inversión térmica, que pasará de 1.200 a 900 metros, y un aumento de la estabilidad en niveles bajos de la atmósfera.

A niveles superiores, entre 1.500 y 5.000 metros, el viento girará a sur-suroeste durante el día de hoy. Esta configuración del viento dispondrá la nube de cenizas y dióxido de azufre en dirección suroeste-nordeste desde el foco eruptivo. Por tanto, las vertientes más afectadas por la caída de cenizas serían las vertientes este y norte de la isla. La disposición prevista de la nube de cenizas podrá afectar también a la operatividad del Aeropuerto de La Palma.

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