Agustín Perera compró su granja el pasado diciembre y todavía la está pagando. El volcán se la llevó en menos de 48 horas. Le dio tiempo a rescatar a sus 300 cabras y algo de maquinaria, el resto lo engulló el volcán. Para fabricar queso hace falta mucha maquinaria que va reponiendo poco a poco gracias a la ayuda de vecinos y otros ganaderos desde una granja alquilada. Lleva diez años elaborando quesos. Bajo el volcán quedaron todos sus ahorros.