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La ULPGC descubre nuevas infecciones en delfines varados

El estudio, que se enmarca dentro de la tesis doctoral de Pablo Díaz en el IUSA, identifica por primera vez en cetáceos, patógenos causantes de enfermedades en humanos

Pablo Díaz, doctorando del Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) de la ULPGC. ULPGC

Investigadores del Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria han descubierto dos nuevas infecciones en delfines varados, hasta ahora sólo descritas en humanos o en animales en cautividad. El estudio, que forma parte de la tesis doctoral de Pablo Díaz Santana sobre vigilancia sanitaria en cetáceos, y en el que colabora la Universidad Complutense de Madrid, identifica dos patógenos bacterianos causantes del fallecimiento de cinco delfines varados en Almería, Cádiz, Málaga, Fuerteventura y en Gran Canaria.

Una de las bacterias halladas en los delfines se denomina Nocardia otitidiscaviarum, y es un microorganismo que causa infecciones sistémicas, cutáneas y pulmonares en la especie humana, concretamente en individuos con patologías de base, inmunodeprimidos, que hasta ahora nunca se había asociado a enfermedades en cetáceos. Mientras que la segunda bacteria, Nocardia farcinica, ya se había descrito en otras especies acuáticas -entre ellas cetáceos en cautividad- pero esta es la primera vez que se identifica en delfines en libertad. Dos hallazgos que destacan el papel del IUSA, miembro de la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE), como nodo del Atlántico y referente en vigilancia sanitaria de fauna silvestre, principalmente marina, en el conjunto de la Unión Europea.

«No es tanto que estemos ante nuevas enfermedades, sino que ahora tenemos sistemas de vigilancia más adecuados. El Instituto de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria de la ULPGC tiene laboratorios con metodologías implantadas más precisas y específicas para el diagnóstico de nuevos patógenos. De ahí este descubrimiento de dos patógenos que ya estaban ahí, lo que pasa es que no se habían detectado antes porque no existía una red de vigilancia sanitaria adecuada», indicó el investigador Antonio Fernández, catedrático de Anatomía Patológica y director del IUSA.

El estudio, que ha sido publicado en la revista científica internacional Animals, se ha llevado a cabo con cuatro delfines listados (Stenella coerulealba) y uno mular, más conocido como nariz de botella (Tursiops truncatus). Tres de los listados vararon en las costas de Almería, Cádiz, y Málaga; el cuarto en Fuerteventura y el delfín mular en Gran Canaria.  

El IUSA es referente en Europa de la vigilancia sanitaria de fauna silvestre, sobre todo marina

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Según la investigación, todos los animales presentaban lesiones supurativas a piogranulomatosas y tromboembólicas en dos o más órganos. «Estos patógenos aparecen principalmente en animales inmunodeprimidos, tal y como hemos visto en los delfines varados en Canarias y en Andalucía, y de ahí la importancia de las redes de vigilancia sanitaria temprana».

En este sentido, el director del IUSA apuntó la importancia de fortalecer las redes regionales, nacionales e internacionales de vigilancia sanitaria, donde la figura del veterinario juega un papel fundamental en la salud pública.

«La vigilancia sanitaria es fundamental a la hora de intentar detectar patógenos en los animales que puedan pasar al humano, lo que conocemos como enfermedades zoonóticas», apuntó Fernández. De ahí que el Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) trabaja desde 2002 en este campo, iniciando su andadura con la epidemia de la encefalopatía espongiforme bovina -el mal de las vacas locas-. «El concepto que define nuestro trabajo en el Instituto es el de One Health -una sola salud- y la vigilancia sanitaria es un objetivo principal, sobre todo la detección temprana de cualquier patógeno que pueda ser transmitido de animales a humanos, y de humanos a animales. Trabajamos en las dos direcciones y, además, en el contexto de salud ambiental, en este caso de la salud de los océanos que está muy relacionada con la aparición de estas infecciones».

Profesionalidad

En el ámbito de las enfermedades zoonóticas, el investigador hizo hincapié en la importancia de garantizar la seguridad con el cumplimiento de los protocolos establecidos por la comunidad científica internacional y llevados a cabo por profesionales especializados. «Cuando aparece un cetáceo varado, hay que garantizar su atención por parte de profesionales, con medidas de seguridad adecuadas, porque si estás intentando salvar a un animal varado enfermo, sin los conocimientos suficientes, corres el riesgo de infectarte. Hay que tener en cuenta que las zoonosis existen y hay que actuar siempre mediante un protocolo con medidas de seguridad seguido por personal cualificado».

El director del_IUSA reiteró la importancia de los sistemas de vigilancia sanitaria, que cada vez están tomando más fuerza, teniendo en cuenta que más del 70% de las nuevas enfermedades infecciosas que están apareciendo en humanos, tienen origen animal. «Hay que seguir incentivando estas redes de vigilancia para la fauna silvestre, y ahí se están dando grandes pasos a nivel nacional e internacional. De ahí que la Organización Mundial de la Sanidad Animal haya nombrado al IUSA como centro referente en Europa, estamos chequeando la fauna que muere y enferma, detectando patógenos que ya están ahí, pero es bueno saber dónde y en qué animales porque en un momento dado puede haber un problema, y los veterinarios estamos implicados claramente en la prevención de la salud pública».

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