La rehabilitación de las personas que han sufrido un ictus es la tarea pendiente de la sanidad canaria. Los servicios públicos contemplan un eficaz procedimiento para reconocer y tratar de manera precoz los infartos cerebrales, pero cojean en lo que se refiere a recuperar las funciones que se pierden durante la embolia.

Los hospitales de Canarias ingresaron en 2020 un total de 2.252 personas con ictus, con una media de edad de 71 años. "La mitad quedará con un déficit de algún tipo", narra Agustín García, el presidente de la Sociedad Canaria de Medicina Física y Rehabilitación (Socarmef), entidad que está celebrando estos días en La Laguna su XXVI congreso profesional. El especialista se refiere a trastornos en el habla, problemas para andar, pérdida de visión, disminución de la memoria y otra serie de secuelas que pueden llegar a generar una "importante dependencia" entre los pacientes. De estos 1.200 pacientes con secuelas, se calcula que la mitad se podrá recuperar y la otra mitad "desarrollará dependencia".

Los seis primeros meses después del evento cerebrovascular son clave para que el paciente se recupere. "Es el momento en el que el cerebro tiene más plasticidad y, con el abordaje adecuado, se puede lograr mejores resultados", insiste García. Así lo avalan numerosos estudios, que indican que el inicio precoz de la rehabilitación y el tratamiento intensivo se asocia a mejor estado cognitivo al alta, mejor funcionalidad y menos estancia hospitalaria. Si bien en los hospitales de las Islas se puede llevar a cabo el inicio precoz de la rehabilitación - una hora al día mientras los pacientes están ingresados-, una vez se les da el alta comienza un "desesperante" camino para los pacientes que ven pasar las semanas sin ser tratados.

La mitad de los pacientes que sufren ictus desarrollan secuelas

Sin embargo, el sistema público que tanto esfuerzo ha puesto en conseguir identificar a los pacientes de manera precoz, ha desdeñado hasta el momento la etapa posterior al tratamiento agudo. Para paliar de algún modo el déficit de recursos humanos y materiales de la sanidad pública en este aspecto, la Consejería de Sanidad ha concertado el servicio con un centro privado de Gran Canaria.

Este centro cuenta con cinco camas y a él acceden pacientes con criterios clínicos muy específicos. Lo positivo de este concierto es que al menos el servicio ya existe para los pacientes del Servicio Canario de la Salud (SCS); lo negativo es que "no llega a todos". "Se cubre una demanda mínima", destaca el médico, que añade que, además, al estar solo en Gran Canaria, obliga a los pacientes a "desarraigarse de su entorno". Los pacientes que sufren ictus siendo muy jóvenes acaban acudiendo a otras comunidades autónomas en busca de un tratamiento precoz.

Los centros privados se han dotado mucho más y mejor de los recursos necesarios para realizar esta rehabilitación. "Es envidiable", asegura el presidente de Socarmef, que insiste en que tanto los profesionales como los tratamientos con los que cuenta la privada tienen una alta calidad. Sin embargo, lamenta que el Gobierno de Canarias haya optado solo por concertar el servicio sin que parte de esa inversión haya revertido en los hospitales y centros públicos. "No criticamos el concierto, porque al menos algunos pacientes pueden disponer del recurso, pero creemos que ese mismo dinero, nada desdeñable, podría haber potenciado la pública", explica.

Los médicos consideran "vital" que Canarias cuente con un centro público de rehabilitación

Y es que, los hospitales, "a pesar de contar con profesionales muy bien formados, los hospitales de tercer nivel donde el tratamiento especializado debe estar asegurado no cuentan con todos los recursos que son necesarios para su abordaje”. A esto se suma que el número de médicos rehabilitadores, terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos, logopedas y fisioterapeutas se hacen insuficientes para tratar a todos los pacientes afectos a pesar de tratarse de una patología con una alta incidencia y prevalencia. 

Pública y privada tampoco van a la par en la incorporación de los nuevos adelantos tecnológicos (dispositivos para asistencia de la marcha, para trabajo analítico de mano hemipléjica, plataformas de equilibrio, pasillos de marchas, etc.).

Ante esta situación, los especialistas han considerado "vital" para el Archipiélago contar con un centro propio que pueda dar respuesta a esta necesidad "urgente" de los pacientes canarios con daño cerebral adquirido.