¿Cómo llega a ser la enfermería tu profesión?

Realmente fue por una recomendación de un profesor cuando estaba en segundo de bachiller. Tenía claro que quería dedicarme a las ciencias de la salud y al cuidado de las personas, pero no sabía desde qué disciplina. Inicialmente me recomendó que estudiara enfermería para especializarme en matrona. Pero cuando entré en la carrera e hice las prácticas descubrí el paciente crítico, y quise dedicarme a su cuidado. La enfermería es una profesión humana, nos dedicamos al cuidado de las personas, abarcando toda la esfera biopsicosocial, centrando nuestra atención en la persona. Y creo que eso es un valor añadido a cualquier conocimiento académico que se pueda dar, tener ese acercamiento directo con las personas en cualquier rango de edad, desde el nacimiento hasta que se muere.

¿La docencia en la UFPC cómo surge?

Fue una recomendación, siempre lo recordaré, me llamaron porque un docente dejaba una asignatura y él me quería proponer para no dejar la vacante. Yo formaba parte de la formación de los alumnos, pero a nivel práctico en la asistencial. Consideré que era una oportunidad muy buena poder ser partícipe de esa formación teórica, vine a una entrevista y reunía el perfil, le doy las gracias a la Universidad por haberme contratado porque es muy gratificante la parte docente.

¿Cuál crees que es el perfil qué necesitan los alumnos para cursar enfermería?

Tienen que querer ser enfermeros o enfermeras. No es una formación o una carrera vocacional. Luego, obviamente, tener unos conocimientos mínimos en Ciencias de la Salud, en cuidado de las personas, conocer lo que es la disciplina y también tener actitud. Creo que eso es súper importante para el perfil de un alumnado, conocer que nos dedicamos al cuidado de las personas.

¿Cuál es el factor diferenciador de el grado de enfermería en la UFPC?

 Es un grado de cuatro años, 240 créditos en total que incluye diferentes materias y lo que nos distingue realmente es que tenemos un amplio número de créditos prácticos asistenciales, en total 102. Son siete prácticum, si bien es cierto que el último prácticum, que se llama de integración profesional, se hace en el 4.º curso y son los alumnos los que eligen dónde quieren realizar esas prácticas, esto es algo que nos distingue. Luego también en cuanto al grado tenemos muchos convenios, tanto con el Servicio Canario de Salud para hacer prácticas en diferentes servicios como con empresas privadas. Y como novedad puedo decir que hemos firmado un convenio con el Ministerio del Interior para que, a partir del año que viene, nuestros alumnos hagan prácticas en centros penitenciarios, una petición que hicieron los alumnos este año y aún con la burocracia que ello supone, hemos conseguido que a partir del año que viene los alumnos puedan pasar por esos servicios. 

¿Qué otros aspectos destacarías en este grado de enfermería?

Quisiera destacar el equipo docente, unos profesionales que están en activo, una circunstancia muy buena porque trasladamos la realidad asistencial a las aulas, de manera que la teoría y la práctica van de la mano. También los recursos materiales con los que contamos, que nos permiten crear entornos simulados para practicar la realidad asistencial con la que se pueden encontrar los alumnos previo a la formación práctica. Además, se organizan eventos, jornadas, se invitan a personas con muchísima experiencia y prestigio para que sirva como un encuentro de comunicación y de enseñanza transversal, orientadas a las salidas profesionales orientadas a alguna temática en especial, se hacen seminarios también dentro de cada una de las asignaturas, donde también se invitan a personas destacadas de esa materia.

¿Celebran el Día de la Enfermería con alguna actividad especial?

Realizamos unas jornadas con dos temas principales que queremos abordar: el envejecimiento activo y el cuidado de la salud mental. El primero, porque desde que nacemos ya empezamos a contar días para envejecer y al final puede abarcar a todos los grupos de edad y es una manera importante de llegar a una edad adulta avanzada con calidad de vida. Y la salud mental, porque cada vez más, está en relieve la necesidad del cuidado de la salud mental, sobre todo después de la pandemia. Se cuenta con invitados de prestigio, expertos en su campo. Es un equipo multidisciplinar, no solamente intervienen enfermeros, también médicos, fisioterapeutas, incluso alumnos que también participan de manera activa.

¿Qué aceptación tiene el grado de enfermería ofertado en la UFPC?

Tenemos lista de espera. Se puede ver en la sociedad que necesitamos personal de enfermería porque está más que demostrado, con estudios a nivel nacional e internacional, que la ratio de enfermeras-pacientes en España es muy inferior a las recomendaciones para dar un cuidado de calidad. Hay salidas profesionales, los de enfermería son unos profesionales que se necesitan, todos los alumnos que salen trabajan. De hecho lo vimos el año pasado, especialmente después del COVID, que se han aumentado plantillas de trabajo, tanto en unidades para el cuidado de pacientes con problemas respiratorios, como en el servicio de urgencias o cuidados intensivos. Los egresados del año pasado, una vez que obtuvieron el certificado de la universidad, pudieron colegiarse y ese mismo día estaban aceptando un contrato laboral, tanto en servicios públicos como en privados.

¿Se corresponde la necesidad de profesionales de la enfermería con la realidad laboral que experimentan? 

 Desde luego que no y pongo como ejemplo mi experiencia personal. Terminé la carrera en el 2006, y hasta el año pasado, seguía siendo una contratada eventual. Me ofrecieron una interinidad y casi 9 meses después firmé mi plaza. Es decir, casi toda mi carrera profesional he sido una contratada eventual, inicialmente con contrato por días, semanas o por meses, por paquetes, por incremento de actividad y ya los últimos años sí es cierto que era un contrato anual, pero siempre sujeta a una llamada al año. Entonces esa precariedad sigue existiendo y yo creo que en ese sentido todos los profesionales deberíamos intentar luchar para que se demuestre la necesidad del personal de enfermería y de todo lo que podemos y necesitamos hacer. Y después también está la remuneración. Estamos considerados un grupo profesional que no se corresponde con el número de créditos de formación y no cobramos lo que nos corresponde. Se está luchando en el Congreso para que eso cambie y sea como grupo A1, pero no estamos regulados de esa manera.

¿Cómo es la experiencia docente en la UFPC?

Algo muy importante para destacar es que la UFPC se adapta muy rápidamente a todas las situaciones que acontecen. Cuando nos tuvimos que confinar debido a la COVID19, la docencia se siguió dando, la Universidad gestionó rápidamente recursos virtuales para que nosotros pudiéramos seguir dando esa formación con calidad desde nuestra casa. No se paralizó el curso y hay que destacar que lo hizo en un tiempo récord. Disponemos dentro del aula de pizarra digital e incluso acceso a cualquier apoyo pedagógico que se necesite fácilmente. Nuestro campus virtual es de fácil manejo. Y en cuanto a los recursos, yo destacaría el laboratorio de enfermería. Los recursos materiales que tenemos nos permiten crear entornos muy similares a lo que los alumnos se encuentran cuando van a cualquier centro de prácticas. Imparto la asignatura de Enfermería de Urgencias y Emergencias donde ponemos al alumno en situaciones intrahospitalarias y extrahospitalarias, algo que ellos valoran cuando llegan al mundo laboral. También tenemos profesionales que trabajan y estudian, ya que en la UFPC tenemos dos grupos por curso, de mañana y tarde, lo que permite una flexibilidad al alumno que puede compaginar su labor con el estudio. Podemos encontrar en la misma clase personas de diferentes edades y con diferente experiencia profesional, que es un enriquecimiento añadido, tanto académico como personal.