Canarias cuenta ya con el primer tratamiento inyectable para el VIH

La innovadora terapia de acción prolongada combina dos medicamentos, el cabotegravir y la rilpivirina

Imagen de archivo de la preparación de una inyección con medicamentos.

Imagen de archivo de la preparación de una inyección con medicamentos. / LP / DLP

Canarias cuenta ya con el primer tratamiento inyectable para el VIH. Canarias ya cuenta con el primer tratamiento inyectable para pacientes con virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) tras el visto bueno dado por la Agencia Española del Medicamento el pasado 1 de diciembre. La innovadora terapia de acción prolongada, que combina dos medicamentos, el cabotegravir y la rilpivirina, ya está disponible dentro del sistema del Servicio Canario de la Salud (SCS) y ya ha sido solicitado por centros hospitalarios del Archipiélago, según confirman fuentes de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias. 

Se trata del primer tratamiento de acción prolongada para personas con VIH que se aprueba e incluye en el sistema sanitario. 

Cada uno de estos medicamentos se administrará en un pinchazo intramuscular en diferente lugar. El tratamiento basa su mecanismo de acción en un sistema de nanopartículas o nanocristales que permite que la medicación se libere de forma gradual en el organismo durante dos meses, plazo en el que debe volver a administrarse de nuevo. En estos momentos, más de 7.000 canarios conviven con el VIH y reciben tratamiento antirretroviral en los hospitales de Canarias. 

Destinatarios

La población a la que va dirigido el fármaco son las personas con VIH en situación de indetectable, es decir bajo control y con una carga vírica bajo mínimos. Supone una gran ventaja al pasar de tomar una pastilla al día a recibir la inyección cada dos meses. En total serían seis pinchazos al año por cada paciente.

Antes de iniciar la pauta inyectable los destinatarios deben tomar rilpivirina y cabotegravir en comprimidos orales durante aproximadamente un mes, o un mínimo de 28 días, para evaluar la tolerancia de cada pacientes a estos medicamentos.

Basa su mecanismo de acción en un sistema de nanopartículas o nanocristales

Las inyecciones de liberación prolongada de cabotegravir y rilpivirina ayudan a controlar el VIH, pero no lo cura. Es importante que el paciente acuda a todas las citas para recibir las inyecciones de liberación prolongada y cumpla con las indicaciones que le den los facultativos. 

Ensayo clínico

El tratamiento llega con tras siete ensayos clínicos, algunos desarrollados durante cinco años, y con una participación global de 4.000 personas con VIH. España participó en estos a través de 44 centros hospitalarios de todo el país y con más de 650 participantes en los últimos ocho años en las diferentes fases del proceso de desarrollo del medicamento que ya está listo para su administración. 

Esta incorporación llega dos años después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) autorizase la comercialización de la combinación de Rekambys (rilpivirina inyectable) -de Janssen- y Vocabria (cabotegravir inyectable y en comprimidos) -de ViiV Healthcare- para el tratamiento de la infección por el VIH en adultos que están virológicamente suprimidos.  

España se convierte así en el octavo país que incluye este novedoso tratamiento prolongado inyectable para pacientes con VIH.

El tratamiento antirretroviral intramuscular está validado y autorizado por diferentes agencias, entre otras, la española y la europea. El tratamiento es «seguro y eficaz», recalcan desde ViiV, y muestra de ello es la luz verde que han recibido desde el Grupo de Estudio del SIDA (Gesida), la agencia europea EACS y por las estadounidenses IAS-USA y US DHHS. 

Todas ellas han incorporado el nuevo tratamiento a sus guías de recomendaciones.

Recomendación

El tratamiento está recomendado por las guías clínicas españolas y norteamericanas y tiene la aprobación de la EMA, que cree que este antirretroviral de acción prolongada que reduce la frecuencia de dosificación «presenta una mejora significativa al aumentar la satisfacción general con el tratamiento y reducir la carga asociada con la toma diaria de comprimidos». 

Según las guías del Grupo de Estudio del Sida (Gesida), «algunas de las ventajas que ofrece son: menor frecuencia de dosis,… reducción del estigma o de la preocupación por la revelación del estatus VIH asociado a la toma de pastillas, el recuerdo diario de la condición de persona con VIH o evitar la preocupación de viajar a países con leyes restrictivas para este colectivo». 

Más de 7.000 canarios conviven con el VIH y reciben tratamiento antirretroviral

 Este primer tratamiento de acción prolongada inyectable ha sido desarrollado a través de una colaboración de dos compañías farmacéuticas, ViiV Healthcare y Janssen.

Estigmatización

Ingerir una pastilla a diario está acompañado de la estigmatización en torno a ello que termina afectando a las personas con VIH. Estos, en su mayoría, no desean que la sociedad sepa que contrajeron la enfermedad por el rechazo social que aún despierta, alentado por la desinformación y la falta de conocimiento sobre los avances entorno a los tratamientos del VIH. 

Tomar una pastilla a diario también afecta psicológicamente al paciente, generando ansiedad y malestar. Cambiar 365 pastillas por seis pinchazos al año rompe con este paradigma y repercute también en una mejora de la salud mental de las personas con VIH.

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