Así son los delfines canarios que encuentran 'una aguja en un pajar' a ciegas

Un estudio de Loro Parque descubre que los delfines distinguen objetos que se diferencian en el grosor de un pelo

Imagen de uno de los experimentos desarrollados con los delfines del Loro Parque.

Imagen de uno de los experimentos desarrollados con los delfines del Loro Parque. / Europa Press

La inteligencia de los delfines es algo popularmente conocido socialmente. Son unos de los animales que mayor rendimiento le sacan a su capacidad cerebral, lo que les permite procesar el lenguaje y la información auditiva en los lóbulos temporales, situados en los costados de su cerebro.

Sin embargo, esta no es la única cualidad 'excepcional' con la que cuentan estos cetáceos. Los delfines tienen una capacidad muy precisa para detectar objetos en el agua, en concreto, pueden distinguir objetos que se diferencian en el grosor de un pelo. Así lo han descubierto el zoológico Loro Parque, en Tenerife, y Loro Parque Fundación, en colaboración con la Universidad del Sur de Dinamarca, en una nueva investigación sobre la capacidad de ecolocalización de los delfines.

El estudio, financiado por la Oficina de Investigación Naval (ONR por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, busca conocer de manera más detallada cómo los delfines nariz de botella (Tursiops truncatus) utilizan la ecolocalización en condiciones de baja visibilidad y cómo las acciones humanas, como el ruido, afectan a esta técnica.

La ecolocalización es una habilidad de algunos animales para desplazarse en la oscuridad mediante la emisión de ondas sonoras y el eco que rebota en los objetos de su alrededor. De este modo, crean una imagen de su entorno y detectan los peligros que les rodean.

Al entender esta técnica, Loro Parque y la Universidad del Sur de Dinamarca cuentan con datos clave sobre el sonar natural de la especie para garantizar su bienestar en los zoológicos y en la naturaleza.

El 'ruido humano' afecta a su capacidad

"Existen en libertad amenazas masivas a las que se enfrentan estos animales, como es el ruido, por eso es crucial la investigación científica para mejorar la efectividad de la conservación en mamíferos marinos", remarcan los investigadores.

Las acciones del ser humano en el medio acuático afectan gravemente al sonar natural de los delfines. El ruido que generan los barcos, la exploración sísmica o sonar militares interfieren en sus señales, dificultando su comunicación, navegación y la búsqueda de alimento.

Por esta razón, el estudio abre una nueva vía para entender cómo el ser humano afecta a estos animales en su entorno natural y desarrollar programas y medidas para su protección.

La información sobre los sonidos que emiten y cómo son capaces de controlar este sonar natural, junto con los movimientos de cuerpo y cabeza, "ayudarán a entender las técnicas usadas por los delfines durante la navegación y el forrajeo", explica Ariana Hernández, investigadora de la Universidad del Sur de Dinamarca.

Para la investigación, los delfines llevaban ventosas de gelatina en los ojos para emplear únicamente la ecolocalización al dirigirse a un objetivo concreto. En la primera prueba, los delfines debían dirigirse a una bola específica, discriminando otras de distintos materiales y densidades; en la segunda, fueron entrenados para dirigirse a un cilindro de 6,4 mm, discriminando otros de distintos grosores.

Loro Parque descubre que los delfines pueden distinguir objetos que se diferencian en el grosor de un pelo

Loro Parque descubre que los delfines pueden distinguir objetos que se diferencian en el grosor de un pelo / LP/DLP

"Los delfines han tomado la decisión de cuál elegir a menos de 1 metro de distancia. La capacidad de discriminación es muy precisa, pudiendo detectar hasta 0,3 y 0,1 mm de diferencia, lo cual nos da mucha información de cuáles son sus límites ecolocalizando", detalla Hernández.

Tras el proceso, grabado con cámaras e hidrófonos, se analizaron las señales acústicas del delfín, así como su comportamiento y estrategias para distinguir los objetos. El siguiente paso será simular situaciones más complejas, con materiales que camuflen objetos u obstáculos en las piscinas, entre otros.