Cambio de hora

El motivo por el que España tiene un huso horario que no le corresponde

El primer cambio de hora tuvo un origen menos centrado en la practicidad y el ahorro energético y más en un intento de agradar a Alemania

P. T.

La madrugada del próximo sábado 28 de octubre al domingo 29 los relojes se atrasarán una hora para ajustarse al horario de invierno. Aunque los motivos esgrimidos actualmente para mantener esta costumbre se centran en un hipotético ahorro energético (que, por lo general, no supera el 5%), lo cierto es que España se encuentra permanentemente fuera de su huso horario, algo que se pone de manifiesto cuando se compara con otros países cercanos al meridiano de Greenwich.

El origen de esta costumbre no tiene demasiado que ver con estos motivos, en realidad. Para España, todo empezó el sábado 16 de marzo de 1940, cuando, por orden del gobierno que encabezaba Francisco Franco, los relojes se adelantaron a las 23 horas y pasaron a señalar la medianoche. La razón argumentada fue que convenía alinear los horarios españoles con los de otros países europeos, aunque el hecho de que adoptáramos el huso horario alemán se interpreta tradicionalmente como un gesto del dictador hacia Adolf Hitler. Cabe mencionar, sin embargo, que era algo que se hacía con cierta frecuencia en momentos duros a nivel económico para maximizar el aprovechamiento de las horas de luz. El propio gobierno republicano lo había hecho en 1938.

Supuestamente, el gobierno franquista iba a comunicar posteriormente a la población el momento en el que se recuperaría el horario anterior, pero esto jamás sucedió. De hecho, el cambio de hora fue algo que ocurrió en muchos países europeos durante la Segunda Guerra Mundial, pero casi todos volvieron a su huso anterior cuando terminó el conflicto, como Reino Unido o Portugal. Francia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo son otros países que no regresaron a su horario previo.

En España el huso horario real, por su situación geográfica, debería ser el de Greenwich. La gran mayoría de su superficie queda dentro de el meridiano que se usa como referencia para los horarios de todo el mundo. Sin embargo, los caprichos del destino han querido que A Coruña tenga la misma hora que Varsovia, a más de 3.000 kilómetros, y no la misma que Oporto, a 150. De hecho, especialistas señalan que la diferencia entre la hora solar y la oficial llega a rozar las tres horas en algunas épocas del año y en las zonas más occidentales de la Península.